12 de octubre, aquí y allá, por Magdalena Hernández

El encuentro de América por Cristóbal Colón, en el año 1492, representó el primer contacto entre dos mundos, con la unión de lenguas y culturas diversas. Dio origen a personas, comunidades y países, que tienen el idioma castellano o español como lengua materna, además, poseen una cultura heredada o impuesta, relacionada con España.

“Un día como hoy, pero de 1492. Los Nativos de nuestro continente descubrieron: Que eran indios; Que vivían en América; Que estaban desnudos; Que debían obediencia a un rey y una reina de otro mundo; Que había un dios y un cielo”. Eduardo Galeano

¿Día de la Hispanidad, del encuentro de dos mundos, de la raza, resistencia indígena (del genocidio) o del respeto a la diversidad cultural?

Los diferentes nombres que damos al hecho histórico y lo que se debe hacer en la actualidad para conmemorarlo, generan una enorme controversia. Esta celebración se da en la mayor parte de los países americanos y España, con diferentes nombres, pero todos ellos evocan el momento histórico de la Conquista.

Día de la Hispanidad

Desde 1892, por el cuarto centenario del descubrimiento, un real decreto bajo la regencia de María Cristina aprobó que esta efeméride coincidiese con la celebración de la Fiesta Nacional. Desde entonces se celebraban ambos días juntos tanto el de la Raza como el día de la Fiesta Nacional de España.

En 1931 Ramiro de Maeztu escribió en la revista Acción Española que «El 12 de octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad». Comienza a llamarse así en 1958 durante la dictadura franquista, a través un decreto de la Presidencia del Gobierno. Para utilizar el relato imperial como el símbolo perfecto con el que crear «el mito de la nación imbatible y para insistir en el paralelismo entre la épica de 1492 y el golpe de Estado de 1936», como explica Peio H. Riaño.

En democracia el 12 de octubre se celebra por Ley el día de la Fiesta Nacional de España, pero no se prescinde por completo del ‘Día de la Hispanidad’.

Día de la Raza, también llamado Día del encuentro de dos mundos

Varios países lo denominan así, por el mestizaje que nació del encuentro entre esos dos grupos culturales tan diferentes, por un lado, la etnia blanca española y por el otro la indígena, iniciando con ello la unión entre Europa y América.

A más de cinco siglos del encuentro de América, el 12 de octubre se conmemoraba como el Día de la Raza en memoria de aquella lucha que a partir de 1492 libraron los indígenas y los colonizadores españoles.

Día de la Resistencia Indígena o del Genocidio

Paulatinamente hemos pasado del tradicional día de la Raza, a convertirse en una jornada de lucha y reivindicación de los pueblos originarios.

La resistencia indígena inició con la llegada de los conquistadores españoles en el año de 1492, lo cual significó un violento proceso de conquista y colonización de los territorios del continente. Durante este periodo, los españoles a través de la fuerza y la intrusión cultural lograron hacerse de los recursos de estas comunidades y establecer sus creencias hispánicas. Cada vez se oyen más voces que consideran este día como el aniversario del “genocidio, colonialismo y destrucción cultural” y que los españoles no hicieron más que “saquear, violar, destruir, quemar, robar y esclavizar”.

En los últimos años en muchos países de América Latina, se ha señalado esta fecha como el Día de la Resistencia indígena. En todo el continente, los indígenas luchan por el reconocimiento de sus identidades y formas de vida, defienden sus territorios y recursos naturales. De Chile a Canadá, los pueblos originarios levantan la voz para tomar en sus manos la historia, reinterpretarla y construir su presente y las decisiones que les afectan a partir de la decolonización de los saberes, con visones propias, alejadas del eurocentrismo.

Día del Respeto a la Diversidad Cultural

Considero que deberíamos conmemora el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, promoviendo así el análisis y reflexión histórica, el diálogo intercultural, el reconocimiento del daño causado y el respeto por los pueblos originarios. La diversidad cultural es fundamental como fuerza que impulsa el desarrollo, no solo económico, sino como forma de enriquecer la vida de las personas, que además, es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible.

Magdalena Hernández Salazar

Concejala Por Estella: Políticas de Empleo, Migración y Diversidad Cultural

Un comentario en “12 de octubre, aquí y allá, por Magdalena Hernández

  1. Jamás los aborígenes fueron considerados esclavos o inferiores a los españoles. Desde el primer momento del descubrimiento, la Reina Isabel los reconoció como ciudadano hispanos al igual que cualquier otro nacido en la Península, con los mismos derechos y obligaciones.

    Prueba de ello es el espléndido mestizaje que se originó.

    Los ingleses siempre han tenido como inferiores a los habitantes de las tierras que han dominado. De tal manera que los naturales de las tierras conquistadas por ellos en América del Norte están recluidos en reservas y el mestizaje ha sido nulo.

    Si no hubiesen llegado los hispanos hubiesen seguido con el canibalismo, los sacrificios humanos, la poligamia, la venta de hijas y mujeres, las guerras brutales entre ellos y las culturas primitivas.

    Se creía que las pirámides de calaveras era una exageración de los conquistadores hispanos para denigrar a los pueblos aborígenes. El soldado español Andrés de Tapia, refirió en 1521 que se había encontrado con una torre, denominada Huey Tzompantli, que estaba formada por más de 60.000 cráneos.

    La torre de las calaveras de Tenochtitlan sobre la que Hernán Cortes y sus compañeros contaron miles de historias, se consideraba un mito.

    Ambas han sido estimadas, hasta ahora, como un infundio. Pues bien, no es tal, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México ha descubierto recientemente una torre cilíndrica formada a partir de más de 650 cráneos y miles de fragmentos de huesos humanos junto al Templo Mayor.

    La agencia de información Reuters que es quien da la noticia, ha publicado que dicha torre ha sido encontrada junto a la Catedral Metropolitana de Ciudad de México. Uno de los lugares de culto más importantes del país, tiene seis metros de diámetro y está formada con calaveras de guerreros rivales, pero también de mujeres y niños.

    Posiblemente los españoles quisieran levantar sobre este monumento de horror y de inhumanidad una catedral católica que purificase el lugar en el que se habían practicado tantos asesinatos y muertes de personas inocentes

    Los aztecas decapitaban, como procedimiento general, a las víctimas de sus sacrificios humanos. Realizado esto, los sacerdotes, agujereaban los cráneos y los colgaban unos junto a otros formando una torre, que se conocía con el nombre de “tzompantli”, cuyo objetivo era infundir miedo a sus enemigos que se encontrarían con este tipo de edificaciones cuando atacasen las aldeas.

    Se calcula que el número de sacrificios humanos durante un año, entre los aztecas, alcanzaba la cifra de 100.000. Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, en una carta fechada en 1524 manifestaba que en Tenochtitlán sacrificaban a sus ídolos más de 20.000 personas cada año y a más de 70.000 en todo el imperio azteca, entre ellos 20.000 niños.

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