La Asociación Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro, junto a la Asociación TEDER y el Instituto Navarro para la Igualdad (INAI), han presentado el proyecto «RECUPERACIÓN DE MEMORIA SOBRE LAS MUJERES PROTAGONISTAS DEL FERROCARRIL VASCO NAVARRO».
En la presentación han participado Koldo Leoz, Presidente de la Asociación Vía Verde del Ferrocarril Vasconavarro, Carmen Puerta, Presidenta de la Asociación TEDER, Eva Ruiz, técnica de TEDER, Eva Isturiz, Directora Genereal del Instituto Navarro de Igualdad (INAI) e Itziar Luri, gerente de la empresa Labrit Patrimonio, encargada del desarrollo del proyecto.
El 31 de diciembre de 2020 se cumplieron 53 años de la clausura de esta Vía Férrea, y aunque son muchos los trabajos realizados para mantener viva la memoria del familiarmente llamado “trenico”, ninguno de ellos ha abordado una circunstancia que lo caracterizó y diferenció en aquella época: las mujeres protagonistas del “Vasco Navarro”.
Tenemos constancia de que fueron muchas las mujeres que trabajaron en el ferrocarril como jefas de estación, guardabarreras u otras labores, así lo refleja Javi Suso (gran apasionado de todos los recuerdos del Vasco-Navarro y vinculado directamente a ese tren al ser su padre el jefe de contabilidad de la compañía).
Donde el Vasco-Navarro fue realmente pionero fue a la hora de contar con la mujer dentro de su personal de plantilla. «Hace 40 años la situación y mentalidad era totalmente diferente a la de hoy en día». Sin embargo, «desde los inicios» el Vasco-Navarro contó con personal femenino entre una plantilla que osciló «entre los 400 empleados, en sus años de mayor esplendor y se fue reduciendo hasta los 200 en el momento de la desaparición». Las funciones de aquellas pioneras trabajadoras estaban vinculadas a la figura de encargadas de estación, en estaciones de menor tamaño, pero siempre con responsabilidades a su cargo.
Esta sensibilidad hacia la empleabilidad de las mujeres se debe a la «especial sensibilidad de Alejandro Mendizábal, el benefactor y artífice de poner el Vasco-Navarro en marcha». Era padre de dos hijas y «siempre se mostró dispuesto al trabajo femenino y firme defensor de que ellas eran mucho más responsables que los hombres en el desempeño de las funciones».
Gracias a Mendizábal la figura de las encargadas de estación se cubrió con mujeres en su mayoría y, así por ejemplo, en 1953 eran 14 mujeres las que desempeñaban esta misión. La llegada de ellas a estos puestos estuvo directamente relacionada con el hecho de que la mayoría eran mujeres del personal masculino que contribuyó a la construcción de la línea. «Una vez finalizada esa tarea, muchos de ellos se quedaron en plantilla para labores de mantenimiento y las mujeres empezaron a trabajar también en la compañía».
Su trabajo y aplicación en el oficio «las llevó a ser muy bien vistas por sus compañeros hombres y a contar con una trayectoria profesional sin apenas incidencias laborales graves». Tal fue la relevancia de la presencia femenina que todas las estaciones entre Olarizu y Ullibarri contaban con la figura de encargadas de estación.
A través de este proyecto, la Asociación Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro pretende, por un lado, recopilar la memoria de estas mujeres, y por otro recoger el papel que ha jugado la puesta en marcha de esta vía ferroviaria en la socialización y pasos hacia la igualdad de las mujeres de las localidades de entorno de este tren.