Mi Coronavirus y yo (XX), por Algarabía. «Aviones»

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Ayyyy aquellos aparatos en los que pasé unos años de mi vida a ratos y tan de moda ahora, no porque haya aumentado su utilización, sino porque parece ser, esto entre vosotras y yo, que tienen vida propia. Van, vienen, se esconden durante días, aparecen en sitios insospechados cuando nadie se lo espera y justo cuando ya la tarada de turno está contra las cuerdas, viene a salvarla el Triángulo de las Bermudas o David Copperfield y aparece uno de los dos fletados. Lleno hasta las trancas con material de protección frente al bicho. ¡¡¡¡Bravooo IDA!!!! ¿Quén de tus amigos ha venido al rescate?

Ni me lo voy a plantear, como tampoco se lo plantean los periodistas afines, que por cierto, parecen ser casi todos los del panorama nacional, sobre todo los pagados por el BBVA, Santander, Inditex, etc.

Así que voy a hablar de mi experiencia con los aviones para que os entretengáis un rato, porque cuando se utilizan mucho pasa de todo, cosas raras, lindas, asombrosas y muy desagradables. Para mí era un dilema, sobre todo a partir de 2004 prepararme para montar en un avión. No sólo hay que pensar en el tiempo que tengo que estar en el aeropuerto antes del embarque, el tiempo que voy a perder esperando a pasar el control, en no llevar mucho equipaje de mano, porque antes de pasar el control tengo que desnudarme, desrelojarme, desortijarme, despulserarme, desmelenarme y todos los «des»que se me puedan ocurrir.

Entonces piensas en la ropa que te vas a poner para no pitar en el arco de la muerte, por supuesto nada de cinturones, nada de botas, nada de sujetadores con aro metálico, nada de ……………nada. ¿Por qué no nos plantean directamente que si queremos viajar en avión debemos ir como nuestra madre nos parió?

Una vez que has decidido lo que te vas a poner, te dispones con una ansiedad infinita llegar al aeropuerto, si es verano no vamos mal, ¡Ay amiga! ¿Y si es invierno? Coges tres bandejas, en una pones el bolso y sacas el ordenador si lo llevas, en otra el abrigo, la chaqueta, y un largo etc. En la tercera los zapatos, botas o enseres similares. De repente te das cuenta que además llevas una maleta de mano, por supuesto con las medidas reglamentarias para ir en cabina, y arrancas en una cola enorme como un sherpa, pero te das cuenta de que te falta una cuarta bandeja, ésta para la dignidad, que a esas alturas ya la tienes por los suelos.

Bien, logras llegar al arco, contenta porque te has vestido para la ocasión y NO VAS A PITAR, ¡¡¡¡¡¡Y una porra!!!!!! De repente oyes el meccccccccccccccccccc y una matrona, generalmente con cara de mala leche se acerca a ti amenazándote con un aparato enorme, que te recuerda a la palmeta del cole, pero electrónica y te la pasa por todo tu perfil, algo arrugado ya, por la falta de dignidad de la que hablábamos hace un rato. Esa mujer no queda satisfecha y me cachea que parece que buscara el punto g, hasta que llega al aro del sujetador, que inocentemente tú creías que era de plástico, y ves que se dibuja una sonrisa en los labios de la matrona y en el guardia civil de turno, como diciendo, ¡¡¡Te hemos pillado lagartona!!!!!!!! ¡Ajá! Con que sujetador con aros para subirte las tetas ¿eh? Eres una estafadora y ya nadie mirará tus enhiestos pechos porque son de mentira.

La ansiedad que siento es manifiesta cuando llego al aeropuerto. A mí me ha llegado a producir ansiedad ir a buscar a alguien, y eso que yo no tenía que pasar por el arco, pero tengo la sensación de que en cualquier momento me van a decir, ¡eh tú!  a la que se le oye el corazón desde aquí, pasa por el arco, pero por favor, diría yo, si vengo a buscar a un pasajero que viene de………. ¿De dónde, de dónde? Confiesa. Yo me hago pequeñita, pequeñita y no puedo respirar y salgo de allí como alma que lleva el diablo, hasta la próxima vez, que vuelvo a pensar todo lo anterior y dos días antes ya tengo que estar con valeriana.

Pero el día jubiloso en que pasas el arco y no pitas, ¡¡¡Jo, qué gozada!!! sales con una cara de triunfo y altanería por delante de los guardias civiles y los empleados de AENA que hacen carreras a ver quién es más borde. Pero tú ese día, aunque sólo sea ese día, has pasado sin pitar y eres feliz si te ha pasado al volver, claro, porque si es a la ida, todavía queda LA VUELTA.

Bueno espero que si os habéis encontrado en esta situación alguna vez, me lo contéis y ya sabéis un día más y uno menos para poder abrazarnos, besarnos, acariciarnos y desearnos…graciasssssssss.

 

 

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