No somos independentistas ni creemos que la independencia sea la solución a los problemas del pueblo trabajador catalán. Tampoco somos nacionalistas y no nos hace gracia esta guerra de paletos cansinos por que quien es más español, cuando los más españoles son los que más nos han robado y deteriorado nuestras vidas.
Después de 41 años de democracia, después de una transición a medida de los poderes fácticos del sistema: iglesia, ejercito, nobleza, policía, judicatura, etc., se ejerce la violencia contra todo un pueblo que lo único que pretende es votar, una democracia que ha impedido decidir entre monarquía o república, una democracia que mantiene en las cunetas a miles de asesinados en la dictadura de Franco, que paga suplementos y condecora a torturadores del viejo régimen, que recorta en sanidad, educación o dependencia, que es lo que más nos afecta a la clase trabajadora. Una democracia que encierra en la cárcel a jóvenes por una pelea de bar y destroza la vida de varias familias. Que juzga a personas que de ninguna manera han ejercido violencia, rebeldía o sedición y que lo que han pretendido es ejercer un derecho democrático para decidir. Una justicia con una clara sed de venganza y desproporcionalidad y con un claro aviso a navegantes: “ni se os ocurra enfrentaros a nuestro poder”.
Esta democracia no es ninguna solución a nuestros problemas, nuestra lucha en España, Cataluña o el País Vasco es por nuestra dignidad y nuestros derechos de trabajadores. Unir la lucha de todo el estado por una república socialista es lo único que puede cambiar nuestro deterioro económico y la continua destrucción del planeta. Una lucha continental y un cambio radical a otro sistema distinto de producción, distribución y consumo es el futuro.
El capitalismo solo puede ofrecer barbarie y miseria. El futuro es muy incierto y la juventud lo tiene en sus manos.
¡¡¡ rebeldía y lucha!!! ¡¡¡ lucha y más lucha!!!