¿Qué significa ser cabecera de merindad? Por Koldo Leoz

 

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Voy a empezar siendo políticamente incorrecto. No, ser cabecera de merindad no significa financiar servicios para las vecinas y vecinos de Estella y de los pueblos de alrededor porque estas y estos luego se echan un café en la ciudad.

No. Ser cabecera de merindad no significa ceder espacios gratis y poner dinero para mantener los servicios educativos, sanitarios, policiales, de ocio, etc. que disfrutan y gestionan también las vecinas y vecinos de los pueblos de alrededor porque “para eso es la capital”.

No. No es eso.

Y no lo es porque ese dinero, esos recursos y esos esfuerzos se hacen en gran medida con los impuestos de las personas empadronadas en Estella-Lizarra. El cuidado de los espacios y sus mantenimientos se llevan a cabo con ese dinero; los salarios del profesorado, policía municipal, cuerpo de conserjes, etc. se pagan con ese dinero; las calles se arreglan con ese dinero; las instalaciones deportivas se limpian y calientan con ese dinero… Con el de los impuestos de las vecinas y vecinos de Estella.

Por lo tanto, no. Ser cabecera de merindad no significa poner el café para todos y todas.

Desde el inicio de legislatura tengo claras mis funciones como alcalde de Estella-Lizarra: invertir todo el tiempo posible en gestionar de la manera más eficaz y eficiente posible los recursos humanos y económicos de los que dispone el Ayuntamiento buscando mayores ingresos (y/o menores gastos) derivados de unas correctas decisiones locales (competencias del Ayuntamiento) y negociaciones más globales (Gobierno de Navarra, Estado español, Comunidad Europea…), siempre buscando mejorar las condiciones de vida de la población de Estella y de quienes la visitan con asiduidad (trabajo, compras…) o esporádicamente (turismo, ocio…).

Y desde el inicio de legislatura también tengo claras mis funciones como alcalde de la cabecera de merindad: en primera instancia, buscar que todas o parte de las funciones que acabo de describir puedan también mejorar de alguna manera las condiciones de vida de las vecinas y vecinos de los pueblos de alrededor; en segunda, promover y/o apoyar en la medida de nuestras posibilidades, de manera institucional, técnica y económicamente, iniciativas comunes o incluso locales de terceros; y tercera, poner a disposición de las entidades locales de Tierra Estella que no tengan esa capacidad, el trabajo y los recursos necesarios para afrontar amenazas o problemas ambientales, jurídicos, políticos, etc. Que pongan en riesgo esa calidad de vida que debemos garantizar como Administración.

Así mismo, tengo meridianamente claro que si a los pueblos de la merindad les va bien, a Estella-Lizarra le irá bien, y por eso desde el Ayuntamiento promovemos proyectos como el mercado de venta directa de productores de la merindad, que pretende dar una salida a esos pequeños y medianos productores de la zona que o no tienen donde exponer su producto ecológico y acaban en manos de terratenientes modernos que les obligan a reconvertir sus cultivos en intensivos para producir más, utilizando productos químicos y cobrando una miseria.

O promovemos junto al Departamento de Medio Ambiente y los ayuntamientos de la zona la declaración mediante Orden Foral de espacios protegidos para Montejurra y Monjardín, buscando que nunca más se puedan desarrollar en estos entornos actividades que supongan un peligro para el medio ambiente de esos espacios naturales.

O conseguimos con trabajo político que la próxima Asamblea General de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago se celebre en otoño en nuestra ciudad, una cita en la que tendrán especial protagonismo todas las localidades del Camino de Tierra Estella, además de Puente la Reina-Gares, con las cuales llevamos meses trabajando en este ámbito. En este sentido también estamos trabajando un proyecto europeo con la participación de otras localidades de la merindad.

O dinamizamos y ofrecemos con unas excelentes condiciones el vivero y el polígono industrial para atraer empresas y personas emprendedoras que tengan oportunidad de crecer y crear puestos de trabajo para los habitantes de toda la merindad.

O conseguimos traer, tras 20 años de intentos, la Escuela Oficial de Idiomas.

O revitalizamos los cines y el Espacio Cultural Los Llanos en su conjunto, tras años de abandono, para que la oferta de ocio sea mayor.

U organizamos un festival de música con grupos de la merindad para que quien lo gane pueda actuar de telonero en el concierto grande de fiestas y proyectarse así en la escena musical.

¿Os habéis fijado que la mayoría de estos ejemplos suponen trabajo y gastos a Estella pero beneficio de todos?

También apoyamos a los pueblos de alrededor en sus reivindicaciones ante administraciones superiores como ya lo hemos demostrado públicamente por ejemplo con Ayegui ante el Departamento de Obras Públicas para la construcción de una rotonda de acceso a Ardantze; o con Igúzquiza para el control exhaustivo de la planta de lodos.

Y vuelvo a lo de antes, si a los pueblos de la merindad les va bien, a Estella-Lizarra le irá bien. Por eso me parece egoísta y pretencioso pedir hacer el Parador Nacional en el convento de Santa Clara del parque de Los Llanos o en Santo Domingo y decir que si las opciones de la capital no salen, se retome el proyecto para ubicarlo en el monasterio de Iratxe. Ese Parador ya tenía un lugar proyectado, el Monasterio de los siglos VIII-XI de  Ayegui, por lo tanto esa también debe ser una de las opciones de partida para intentar traer el parador a la merindad, que es de lo que se trata.

Por eso en el último Pleno solicité como alcalde de la cabecera de la merindad que el monasterio fuera tomado en consideración al mismo tiempo que las opciones de Estella y si finalmente el parador viene a Irache será bueno para Ayegui, pero también para Estella.

Hay grupos políticos a los que se les llena la boca con la palabra “merindad” pero con este tipo de actos demuestran cómo entienden la misma y lo que significa ser cabecera de merindad para ellos y ellas: que Estella-Lizarra sea el eje centralizador de todos los recursos económicos para después ofrecer comidas en fiestas, solo para alcaldes y alcaldesas, o “café para todas y todos” en forma de servicios financiados con los impuestos locales

Pues para mí no es eso, lo siento, y mira que me gusta el café.

Pronto habrá que “pelearse” por la financiación de las Entidades Locales en la Reforma de la Administración Local. A ver qué hacen algunos, porque, con esta visión de merindad, miedo me dan.

 

Koldo Leoz Garciandia 

Alcalde de Estella-Lizarra

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