
En Estella-Lizarra se ha sembrado la semilla de presentar “novedades” literarias tanto en poesía, como en prosa el 23 de abril, día mundial del libro.
Es verdad que hay una feria del libro en el mes de junio, pero la idea que se les ha ocurrido a tres valientes vecinos de Estella, tres escritores muy diferentes en sus temáticas pero igual de creativos, tres artistas, nacidos o residentes en Tierra Estella. Ellos junto a la gran ayuda del Presidente de la Sociedad Peñaguda quien abrió de par en par su casa para hacer una mesa redonda alrededor de unos vinos y unos pintxos que unían placeres de cuerpo y alma de la mano. Gracias Gotzon Nafarrate. Eskerrik Asko.
La idea que me imagino que nace, como todas las buenas ideas alrededor de un buen vino y una buena tertulia, surge de Daniel Albors (David Koemman) de Alcoy (Alicante) afincado en Lizarra, Ángel Sáenz de Ugarte de Vitoria y que por amor reside en la Ciudad del Ega y del estellés Agustín Satrústegui ( Kapirutxo).
David Koemman, que es un grandísimo ilustrador y nos presentó sus dos grandes pasiones en el libro que lleva por titulo “Cuentos de la fina locura” nos muestra, por un lado, el diseño gráfico casi olvidado que se aplicaba en las artes gráficas de los años 80 y por otra parte la “síntesis de comunicar y explicar sin extenderse demasiado” un conjunto de las dos técnicas muy logrado y original y así lo demuestra el gran éxito que tiene en ventas, pues ya va por la 3ª edición.
Ángel Sáenz de Ugarte, nos presenta un libro que me recuerda a los epigramas de Ernesto Cardenal ; son reflexiones de vida pero que hablan directamente a un “tu” que te engancha desde el principio hasta el final.
Agustín Satrústegui ( Kapi) nos presentó su poemario titulado “ Los ojos de las flores” con un prólogo de Ángel de Miguel y un epilogo de Juan Andrés Pastor, otro grande de las letras y de la comunicación, así como la portada del gran pintor Pedro Irulegui, todo un lujo para su primer poemario, al que seguirán más pues recopilación de poemas ya tiene.
El debate posterior a la mesa redonda que presentó con gran maestría Susana Serón enriqueció con su buen hacer el encuentro.

Al finalizar un aperitivo nos permitió estrechar lazos literarios y de amistad a las más de 50 personas que acompañamos a los tres autores.
He comenzado indicando que la semilla se sembró en la Sociedad Peñaguda y termino diciendo que, el año que viene, en ese 23 de abril, no serán tres escritores sino muchos más los que presentarán sus obras y recitarán sus poemas en la Ciudad de la Luz y la cultura, porque esta semilla ha sembrado en tierra fértil… Y yo que lo vea.


