Me duele la vista y tengo taquicardias cada día, sí,  ya sé que con 40 años y una salud de hierro que dice mi médico que tengo no es normal, pero ya he encontrado el origen del problema, y eso es lo más importante porque sabiendo eso, ya sólo depende de mí tomar las medidas oportunas y la prescripción que mejor se ajuste al mismo.

Así que en beneficio de mi visión y también de mi economía,  porque no quiero comprar unas gafas nuevas sólo para esto, puesto que ya tengo las adecuadas para mi miopía (bueno, es que incluso lentes de contacto tengo) adquirida a medias entre la genética y la lectura casi a oscuras en mi cama cada noche hace ya demasiados años, he encontrado la solución definitiva a este inconveniente que así de pronto me ha surgido sin esperarlo.

Me voy a hacer antisocial, es decir, me daré de baja en Facebook, Instagram, Twitter, Whatsap, etc… Es más hasta voy a dejar de leer la prensa y así ¡voilá! Como por arte de magia mi problema desaparece. Sí, a partir de ahora, ya sólo voy a leer libros, sí libros, esas series de hojas encuadernadas en una editorial con unas tapas más o menos duras que alguien escribió sin pensar si se iban a vender o no, ya sabéis, esas que están en las librerías y en las bibliotecas…

Decidido, me declaro en huelga contra las faltas de ortografía que tanto daño me hacen. Y si soy una antisocial pues lo seré, pero con cultura eso sí, que para eso estudié la EGB en aquellos tiempos en los que no existía la reforma de la LOGSE, cuando el maestro te regañaba y tú llorando lo contabas a tus progenitores al llegar a casa y ellos te decían muy serios, algo habrás hecho, y como no dejes de llorar te doy un capón, esos tiempos en los que nadie se molestaba si le decías “perdona ermita se escribe sin hache”.

Porque no os equivoquéis aquellos que tenéis un mínimo de cultura general, seáis de letras o de ciencias y que os molesta o perjudica a vuestra salud  leer textos llenos de” bes donde debiera haber uves o haches inventadas” , que los ofendidos no sois vosotros, son aquellos que las cometen contínuamente y se ponen a la defensiva cuando les corriges; y tú piensas, coño si lo digo por su bien, para que el día que tengan que enviar un escrito a algún organismo oficial les tengan en consideración, o para que puedan ayudar a sus hijos cuando les pregunten “papá, habían es con be o con uve”, o para que no queden como analfabetos en cualquier lugar, pero no importan tus intenciones, sólo importa que eres una prepotente que se piensa que está por encima de los demás cuando con toda tu buena fe les corriges…

Y es en ese punto cuando soy consciente que somos la generación del “haiga”, lo que me preocupa es si lo somos por incultura o por puro pasotismo, y sinceramente, creo que la respuesta es que la segunda opción es la ganadora  y eso me acojona mucho más que vivir en el mundo de mis abuelos, en el que la mayoría eran analfabetos por obligación y no por devoción, y pienso cómo queremos entonces que evolucione y avance un país en el que el capital humano es tan decepcionante como para no querer ni aprender…

Susana Serón Sánchez – Camacho