Organizados por Amilips, los han impartido Maite Redín y Ainhoa Ruiz, de Tdiferencia
Cerca de una decena de mujeres de mediana edad ha participado, desde junio, en los talleres de teatro vivencial «El cuerpo que habito es perfecto» y «Plan de Igualdad en el hogar», subvencionados por el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Estella y el departamento de Políticas Migratorias del Gobierno de Navarra. El proyecto concluyó, el 28 de diciembre, con una representación teatral de tres minutos. Cerca de una veintena de personas se dio cita en la Casa de la Juventud para asistir al cierre de los talleres.
Llegaron muy nerviosas. Contentas, ilusionadas y orgullosas de sus logros. Media docena de mujeres de Estella se reunió en la Casa de la Juventud de Estella, el pasado 28 de diciembre, para cerrar los talleres que llevan realizando desde el mes de junio. Acompañadas de Maite Redín y Ainhoa Ruiz, de Tdiferencia, encargadas de guiarles en este proceso, las participantes se pusieron tras los focos para recitar, emocionadas y empoderadas, un poema que nació de los talleres, de los cafés compartidos y de las conversaciones. .
“Estamos muy contentas. Es un proyecto que nació como un deseo de manifestar esa necesidad que tenemos las personas de tener un cuerpo perfecto y que a muchas les va afectando. Quisimos tratar de expresar que no es importante tener un cuerpo perfecto”, señaló una de las participantes, Alexandra Salazar Castilblanco, quien aseguró que habían disfrutado de los talleres y que habían aprendido mucho
Los talleres se han impartido, desde junio, los miércoles, a las 9,30 de la mañana, en la Casa de la Juventd de Estella,. Se trata de una actividad organizada por Amilips -Asociación de Mujeres Integradoras para lograr la Igualdad Psicosocial. Desde el mes de octubre, Maite Redín y Ainhoa Ruiz, de Tdiferencia se encargan de impartir los talleres de teatro vivencial. Según explica Magdalena Hernández Salazar, presidenta de Amilips, la experiencia está siendo “fantástica”. “A pesar de que son temas duros para hablar, se nos hace realmente fácil», asegura.
“Empoderamiento muy potente”
Así, Magdalena Hernández confiesa que no es fácil hablar del cuerpo, de la “gordofobia” o de todas aquellas ideas que estereotipan y que llevan a algunas mujeres a pasar horas en el gimnasio o a recurrir la cirugía. Por eso, las sesiones de juego dramático, escenificación e improvisación de conciencia corporal, impartidas por las profesionales de Tdiferencia, les resultan de gran utilidad: les ayudan a cuestionarse los estereotipos y le llevan a general reflexiones orientadas a la transformación y a la erradicación del sistema patriarcal. “Ha sido una experiencia maravillosa, un proceso de empoderamiento muy potente. Hemos podido exponer nuestras heridas y experiencias de forma lúdica”, indica Hernández.
Al mismo tiempo, las participantes en los talleres han trabajado también para eliminar la desigualdad en el hogar. Para ello, se han servido del juego dramático, de la escenificación y de la guionización con escenas. «Se ha abordado el día a día, cómo se vive en la casa, que es donde realmente comienza a gestarse un plan de igualdad con nuestros hijos e hijas y con nuestros compañeros», aclara Magdalena Hernández.
Para desarrollar este trabajo de empoderamiento, Tdiferencia ha analizado una de sus obras: «Fotos, hormonas y lexatín», una comedia que habla de los cambios del cuerpo de la mujer en la menopausia y de cómo se ve reflejada en el espejo. Se analiza, también, el papel de la mujer en su entorno familiar, las obligaciones heredadas, el lugar que ocupa o qué ha elegido y qué no.