La asociación ofrece los jueves en Estella atención pesonalizada y terapias grupales en la Casa de la Juventud
Tierra Estella registra al menos 230 casos diagnosticados de Parkinson, una enfermedad crónica, progresiva e incapacitante que “en muchos casos empuja a las personas afectadas a quedarse en casa”. Aportar herramientas para mejorar la calidad de vida y ofrecer
“un espacio común para no vivir el Parkinson en soledad” son algunos de los objetivos de ANAPAR, Asociación Navarra de Parkinson, que reactiva su servicio en la comarca con un asesoramiento individualizado y programas como Terapia ocupacional o fisioterapia.
“Pese a ser una de las enfermedades con mayor presencia y con un mayor crecimiento, todavía existe mucho desconocimiento y falsos mitos que provocan sentimientos como inseguridad o vergüenza en las personas afectadas, empujándoles a quedarse en casa por temor a mostrar los temblores o a la reacción de la gente ante un bloqueo”, explica Arantza Gorraiz, trabajadora social de la asociación, quien quiere romper algunos “falsos mitos”
“Se piensa que el Parkinson es la persona mayor con temblores pero, ni todas las personas afectadas son mayores, ni todas tienen temblores. De hecho, 1 de cada 5 personas tiene menos de 50 años en el momento del diagnóstico, un 30% de las personas no llegan a desarrollar nunca el temblor”
En este sentido, añade Gorraiz, “ANAPAR ofrece a las personas afectadas un lugar para sentirse cómodas y compartir experiencias sobre la enfermedad, un punto de encuentro donde contar su día a día a profesionales y a pacientes que les pueden ayudar a ver las cosas de otra manera y a convivir mejor con esta compañera de viaje que es el Parkinson”.
Asimismo, la asociación ha puesto en marcha diferentes herramientas para mejorar la calidad de vida, como son la terapia ocupacional individualizada (jueves 16h en la Casa de la Juventud) y la fisoterapia grupal (jueves 17h en la casa de la Juventud). “No sólo mejoran el estado físico general sino que retrasan el avance de los síntomas motores y cognitivos, mejorando la autonomía en las actividades del día a día”
Una presencia en Estella con la que ANAPAR quiere acercar sus servicios a las personas afectadas de toda la comarca, además de “sensibilizar a la ciudadanía sobre la amplia presencia de esta enfermedad y mostrar que es mucho más que unos temblores”. Una tarea que cobra una mayor importancia en zonas rurales, donde las personas con Parkinson “se encuentran con obstáculos añadidos como menores recursos específicos para atender a este colectivo y mayores problemas de accesibilidad y desplazamiento”.
ANAPAR es una asociación nacida en 1991 con el objetivo de ofrecer a las personas afectadas y a sus familias un espacio para convivir y mejorar su calidad de vida, además de terapias como fisioterapia, apoyo psicológico, logopedia, terapia ocupacional, coro, danza, yoga, transporte adaptado y programa de ocio en Pamplona, Estella y Tudela. Actualmente forma parte de la Federación española de Parkinson (FEP) y de COCEMFE Navarra