Mi ex coronavirus y yo, por Algarabía. «El zorro en el gallinero»

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Sabéis que no me significo precisamente por criticar al gobierno en esta crisis, nunca he envidiado gobernar, aunque lo haría mejor que muchos seguro, pero en una situación como la actual, lo único que pido a las hadas, elfos, unicornios y toda la corte de seres mágicos, es que ayuden a los que están tomando las decisiones para que sean las correctas.

Ni que decir tiene, que todo mi apoyo a los señores y señoras que todos, y cada uno de los días, salen a dar la cara, como nadie ha hecho en este país jamás, en ninguna otra crisis del tipo que haya sido. Perdonadme que no meta a los achatarrados de solapa, porque no entiendo desde el principio qué narices pintan ahí.

Vamos a ver queridos y queridas personas que gobernáis este país, de verdad que es necesario meter en primera fila a un coronel de la guardia civil para que nos cuente, así como descuidadamente, que se está persiguiendo en las redes sociales los tuit que denigran al gobierno en la gestión de esta crisis……….

¿Soy yo sola la que piensa que hay una premeditación en esas declaraciones que desestabilizan más que los propios tuit? ¿Sólo yo pienso que es mucho más fácil decir la verdad?, que no es otra que se están revisando los mensajes que están incitando al odio y  al golpe de estado desde las redes.

Igual hay que recordar que por mucho menos hay gente en la cárcel o con multas desorbitadas, a lo mejor tenemos que mirar un poco a nuestros países socios y ver como Francia o Alemania están actuando con ese tipo de organizaciones, que vierten odio, detritus y soflamas golpistas desde el ventilador de las redes sociales.

No se da cuenta el gobierno que su pulcritud en la intención de dar una información transparente, ha metido al zorro en el gallinero. Hay que recordar a qué se dedicaban muchos de los que alabamos ahora por hacer su trabajo como servicios de orden público, que en muchos casos era más bien a sembrar el desorden, a intentar desestabilizar y a amenazar a un gobierno desde su posición de poder, diciendo en las redes “recuerda que las armas las tenemos nosotros”.

No sé si será muy popular lo que estoy diciendo en esta época, en que en la izquierda y la ciudadanía sensata se impone aquello de la unidad y el buenismo, eso de que todos juntos saldremos de esto.

Todos juntos los de siempre claro, los y las trabajadoras, la izquierda madrileña, la gente de la cultura que se parte el lomo para hacer más llevadero el encierro, del personal imprescindible ya he hablado mucho y mi homenaje diario va para ellos y ellas, el resto puede seguir yendo a su aire, poniendo un ventilador con mentiras, bulos, noticias falsas, no fake news, tienen su nombre en un castellano perfecto, mentiras inventadas.

Y a estas mentiras inventadas se dedicaban muchos de estos que se han tenido que poner a trabajar de verdad y como ahora tienen menos tiempo, sus colegas de partido han tenido que comprar cuentas en redes para seguir esparciendo estiércol social, ya que este trabajo antes se lo hacían gratis.

Ya véis que paso como un tiovivo de abajo a arriba en una vuelta, pero es que me cuesta mucho trabajo entender según que cosas y me enfado. A veces mi hijo desde su habitación me pregunta que porqué le chillo y no es con él con quien hablo, es con la radio, o la tele, pero me puede ver como la tv se viste de verde aceituna, o caqui, para contarme que han cogido a uno robando treinta kilos de naranjas y a continuación sembrar como de pasada, una duda en relación a la libertad de expresión. El gallinero que lo cuide un perro, no un zorro.

¡¡Hala ya me he desahogado!! Como de momento no hay otro tipo de desahogo, me confieso con vosotros y vosotras. Supongo que como a todas nos pasa igual, pues compartiremos estos ratos, igual que compartimos el viento, o el sol y ya sabéis mientras el deseo, los abrazos y los besos, sean patrimonio de ese maravilloso trío de Lancelot, Ginebra y Arturo, pues seguiremos contando un día menos y uno más para hacer realidad lo de comer perdices, si no sois veganos y si lo sois, pues rabanitos.

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Un comentario en “Mi ex coronavirus y yo, por Algarabía. «El zorro en el gallinero»

  1. Las noticias falsas se combaten con información, no con censura. La población debe ser independiente para elegir fuentes y para decidir entre opiniones contrastadas y no ser dirigida hacia una verdad absoluta. La libertad de expresión que se solicita cuando un cantante escribe una letra ofensiva basada, o no, en datos falsos es la misma que se está intentando reprimir ahora en los mensajes contra el gobierno. Y respecto a eso, quedó todo bien claro cuando ayer se impidieron las preguntas al general de la Guardia Civil.

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