La entrega del premio tendrá lugar en el salón de actos de la Mancomunidad de Montejurra después de que se interprete un aurresku de honor en la Plaza de Santiago. Ana García Santamaría entregará la Medalla de Oro «Premio Manuel Irujo» a las hermanas Lucía y Puy Odria, quienes recibirán de manos del presidente de la Fundación Irujo Etxea, Koldo Viñuales, una talla de madera con el anagrama de la sociedad.
Acabado el acto y junto a los txistularis todos los asistentes se dirigirán a la Plaza de Santiago, donde se servirá una txistorrada popular.

LA HISTORIA DEL ESTELLÉS ANTONINO ODRIA LÓPEZ, ASESINADO POR LOS NAZIS EN 1941
En la calle Carpintería, conocida también hace años con los nombres de El Pilar y Hermoso de Mendoza, nacieron Lucia y Puy. Su padre fue Antonino Odria López, casado con Braulio Larrión, que desempeñó el oficio de decorador y pintor en la ciudad del Ega, hasta que se desplazó a Bilbao por motivos laborales, para iniciar la carrera militar — sección de guardas de seguridad– en la que obtuvo el grado de teniente.
Cuando el golpe militar del Franco, Antonino, de ideología republicana, se alista en el batallón Azaña, combatiendo en primera linea y resultando herido en tres ocasiones.
Tras la caída de Bilbao, el 19 de junio de 1937, la familia se desplazó a Carranza, y se hospedó en casa del cura, y desde Santander embarcaron hacia Francia.
Buscaban libertad y sin embargo les esperaba un cruel destino, ya que cuando los tropas franquistas conquistaron Cataluña, su nuevo hogar iban a ser refugios de acogida y campos de internamiento. Confinados en los campos de Argelès-sur-Mer, Gurs y Les Alliers esperaban ser repatriados.
En 1939 la familia Odria se volvió a reagrupar en el campo de los Alliers cerca de Angulema. Las condiciones del campo se endurecieron todavía más cuando el control del mismo pasó a mano de los alemanes
El 20 de Agosto de 1940, 927 personas del campo fueron subidos a un tren ignorando su destino. Era el primer convoy de civiles que partía hacia la Alemania nazi. Familias enteras fueron encerradas, como si de ganado se tratase, en unos vagones con escasa ventilación y tras cuatro días de un viaje penoso, cuando las puertas corredizas de los vagones se abrieron pudieron ver con horror que el destino del viaje era Mauthausen
Los hombres y los niños mayores de 12 años fueron separados violentamente de sus familias y atrás se quedaron sollozando y gritando las mujeres y los niños que vieron como sus seres queridos atravesaban las puertas del campo de exterminio en el que muchos morirían.
Un tren repleto de dolor con mujeres y niños partió hacia la frontera franco-española. Los hermanos Odria acabaron en Estella-Lizarra en el centro de huérfanos de la Misericordia. Su padre, Antonino Odria López fue asesinado en la cámara de gas del Castillo de Harheim en septiembre de 1941.

