El Ayuntamiento de Estella-Lizarra continúa su guerra contra las palomas, después de que hace dos años retirará cuatro centenares de estas aves. Ahora, con un presupuesto de casi cinco mil euros, la empresa tudelana Comertu es la encargada del trabajo. Para ello se han instalado cuatro jaulas en el casco viejo, que es donde se concentra el problema, sobre todo en viviendas abandonadas, por lo que desde el Ayuntamiento se pide la colaboración de los propietarios de esos inmuebles.
Según el informe elaborado por Comertu, no existe un tratamiento que haga desaparecer por completo las palomas, sobre todo en algunos tipos de poblaciones debido a sus características arquitectónicas.
Uno de los edificios públicos que está resultando más dañado por la acumulación de palomas, es la propia casa consistorial por culpa de la acumulación de excrementos.
Desde el Consistorio se recuerda que alimentar a estos animales contraviene la ordenanza municipal, por lo que puede acarrear una sanción.


