El otro día leí un artículo de una terapeuta social que mostraba unas cifras alarmantes de problemas infantiles. Según ella, los problemas eran muchos y las soluciones complicadas. Enseñarles a jugar, no dar a los niños y niñas todo lo que pidan… Según esta terapeuta, los niños hoy en día están sobre-estimulados y sobre-regalados de objetos materiales, pero privados de los fundamentos de una infancia sana. Y seguido da unos datos sobrecogedores:

–1 de cada 5 tiene problemas mentales

-Se ha notado un aumento del 43% en el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad)

-Se ha notado un aumento del 37% en depresión emocional adolescente

-Se ha notado un aumento del 200% en suicidios en NIÑOS/AS de 10-14 AÑOS.

Entre muchas causas, ella, resalta las siguientes:

–Padres distraídos digitalmente (móvil, ordenadores etc)

-Padres indulgentes y permisivos que permiten que los niños/as “gobiernen el mundo” y sean quienes ponen las reglas.

-Un sentido de derecho, de merecerlo todo, sin ganárselo o ser responsable de obtenerlo.

Y no seré yo quien le quite la razón a esta doctora, que no he criado a ningún hijo ni hija, por lo que desconozco cómo manejar a esos “animalicos”. Y lo más probable es que ella tenga razón, ni digo que sí, ni digo que no.

Pero como soy un discutidor sin conocimiento, ni de causa ni de nada, yo le echo la culpa al gobierno, que raro verdad, al sistema establecido por un gobierno, sindicatos y patronal que anula los derechos de la trabajadora o del trabajador, un sistema sin horas fijas, un sistema que hace más ricos a los muy ricos, y pobres y muy pobres a los demás. Y me preguntareis por la clase media. La clase media es un estatus social a desaparecer. Así de claro, supongo que escogerán a un grupo y será especie protegida, como el Lince Ibérico.

Somos esclavos de un sistema corrupto, donde miles de familias son desahuciadas cada día, desahucios firmados por jueces, al no poder pagar hipotecas abusivas. Jueces, que por otra parte permiten a ladrones del PP tener dos viviendas de lujo EMBARGADAS por la supuesta justiciaigualparatodos , una de vivienda familiar y la otra en Baqueira Beret, donde distraer su depresión y sentimiento de culpa esquiando.

Andamos por la vida como alma en pena, muchas familias justo llegan a final de mes, o mejor dicho algunas familias a duras penas llegan a final de mes y otras no llegan. Así que desde mi ignorancia me atrevo a discutir, sin quitarle la razón, a esta señora. Tenemos a muchos padres y madres avergonzados, por no tener culpa de nada, ni de este sistema corrupto, apoyado por los sindicatos y partidos que se llaman de izquierdas. Padres y madres que no tienen la culpa de que aun trabajando, ocho o diez horas al día, cobren seiscientos u ochocientos euros al mes, y no les llegue para dar a sus hijos esos “caprichos” que les daban antes de la maldita crisis. Crisis por cierto no provocada por los y las trabajadoras, si no por un sistema capitalista ambicioso y asesino.

Por eso muchas familias ya no sonríen, muchas familias no hablan, ni se juntan para cenar, porque no hay cena para todos. Y los niños “consentidos” que gobernaban el mundo, han visto cómo sus padres han “fracasado” en el trabajo, esas niños que no pueden llevar el nivel de vida, ni de ropa, ni de viaje de estudios como otras niñas, se deprimen si, y odian a sus aitas porque piensan que éstos les han fallado.

Pero ni sus padres ni sus madres les han fallado, ha sido  la inacción, la dejadez o el no saber hacer  de los partidos de izquierdas y sindicatos. Los y las obreras no han fallado, ellos y ellas siguen produciendo, más si cabe que antes de la crisis.

Pero son los hombres y las mujeres trabajadoras las que se suicidan, las que tienen depresiones y ansiedad, las que enferman de tristeza y las que ven a sus hijos e hijas sin un futuro que ofrecerles.

Y los dirigentes de izquierdas, miedosos ante unos medios de comunicación al servicio del poder o viceversa, no vaya a ser que no les den minutos en los platós de televisión, minutos que aprovechan para hablar y hablar y teorizar pero no hacen nada. Los y las dirigentes son eso, dirigentes, que se supone que la gente les ha votado por que comparten unas ideas y porque quieren un futuro digno, para ellos y para sus hijas. Pero cuando se ponen a discutir, no se ponen de acuerdo, porque “yo quiero esa coma más a la izquierda” o “ese punto es muy rojo”, y yo más y tú menos. Mientras tanto, la derecha y la patronal riéndose asomados  al balcón de la opulencia.

Ya lo siento, pero este es mi diagnóstico, que si tanto han subido los porcentajes de crisis  y suicidios infantiles y de adolescentes, puede que sea por lo que dice la doctora, pero que seguro que algo o mucho tiene que ver la situación familiar de desamparo y pobreza también, y los culpables no somos otros que nosotros, la gente de izquierdas, que somos más, muchos más y no nos ponemos de acuerdo por una tonalidad más o menos colorada, y no somos capaces de paralizar este país que a este paso, solamente nos ofrecerá  manjares exquisitos en la basura de los hipermercados.

Y después de insistir con esto día sí y otro también, prometo, por higiene mental (la mía claro) y por ver si alguien me vuelve a leer, que me he quedado sin lectores ni lectoras, no volver a dar la chapa con esto. Ya todos y todas sabemos de sobra lo que hay. Ni de política ni problemas laborales, solo del discurrir del río Ega, la belleza de los Llanos y a qué huelen las nubes. Simplemente lo hago por recuperar la sonrisa y la risa. ( la mía)

Eso sí, de los de Altsasu no me pienso olvidar, que ya son más de cuatrocientos veinte días encarcelados por el capricho de una jueza y un sistema asqueroso y corrupto.

FÉLIX GOIKOTXETA VEGA

1. Advierto que nunca me he caracterizado por cumplir mi palabra. Pero lo voy a intentar.