El Izarra, anunciaba el pasado viernes la destitución de su técnico, Nacho Martín, que este jueves se despachó a a gusto con unas manifestaciones sobre la dirección de su antiguo club. «El motivo principal del despido es que no pusiera a Sergio Canela -hijo del presidente-. Se ha tenido que marchar a la Mutilvera y eso ha pesado para que me eche. El presidente podrá decir mil cosas, se puede enmascarar, pero son falsas», explicó el entrenador en una entrevista en Onda Cero Navarra, concedida a Juan Andrés Pastor.

El riojano Nacho Martín, que llegó a dirigir dos partidos al Logroñés en Primera división (1996-97), fue el elegido por Alfonso Canela, el presidente del Izarra, para sustituir a Diego Prendes, técnico que comenzó la temporada en el club navarro. Martín llegó al banquillo con el equipo en puestos de descenso y el pasado viernes lo abandonaba después de sumar 16 puntos en doce jornadas (4 victorias, 4 empates y 4 derrotas) y con 6 puntos de margen respecto a los puestos que condenan a Tercera división. Sin embargo, el preparador tenía claro, por sus manifestaciones, que no acabaría la Liga. «Desde hace dos meses el presidente había promulgado a los cuatro vientos que me quería despachar». Una decisión que llegó después de tres derrotas seguidas: «Sorprenderme, no me sorprende. Probablemente haya sido la situación más injusta que he sufrido en tantos años de mi carrera»

En este sentido, añadió que tenía claro que los motivos del despido no obedecían a razones deportivas a pesar de esas tres derrotas seguidas: «Es un tema personal que está vinculado a un jugador que, como no jugaba, se ha tenido que marchar. El motivo principal es que no pusiera a Sergio Canela».

Nacho Martín, que en Segunda B ha dirigido a equipos riojanos como el Calahorra o el Recreación, también cargó, sin dar nombres, contra algunos miembros del vestuario, en el que lamentó que hubiera «topos» de Alfonso Canela. «Das una charla y a los cinco minutos lo sabe el presidente. Hay cosas dentro del vestuario, hay códigos, que se deben quedar en el vestuario, no airearlos. Por eso, no es normal que a los 10 minutos de decir algo lo sepa el presidente y encima con un afán de perjudicar al entrenador. Trabajar así es muy complicado. Sé quiénes son esos correos y lo sabe todo el mundo», explicó en Onda Cero.

Además, puso otro ejemplo de la situación tan desagradable que le tocó vivir en el Izarra: «Hablé con un futbolista y me dijo que igual no llegaba al fin de semana. Ellos ya lo sabían antes que yo». El futbolista no se equivocó porque el pasado viernes fue destituido. Su puesto ahora en el banquillo es ocupado por el técnico gallego Fredi Álvarez, entrenador del Boiro la pasada temporada en Segunda B.

Si quieres escuchar la entrevista completa lo puedes hacer a continuación.