A través de la Concejalía de Comercio y Turismo, el Ayuntamiento de Estella-Lizarra ha comenzado a recuperar la iluminación ornamental de los edificios históricos más destacados de la ciudad.

A nuestro patrimonio artístico le llegó el «apagón» como consecuencia de la crisis económica. En un intento casi a la desesperada de ahorrar como fuera, el consistorio que lideraba Begoña Ganuza (UPN) decidió no volver a iluminar esos monumentos  y lo uno llevó a lo otro. Oscurecida la arquitectura destacable de Estella, se descuidó el mantenimiento de esa iluminación y poco a poco fuimos perdiendo  luces.

Gracias a distintos convenios firmados entre el Ayuntamiento y las compañías eléctricas fuimos iluminando distintos elementos como las iglesias de San Pedro, San Miguel, antiguo Ayuntamiento, Casa de Cultura, Palacio de Los Reyes de Navarra, Puente de la Cárcel,  Santo Sepulcro, Fuente de la Plaza de San Martín …

En algunos de esos lugares todavía se conservan las placas que recuerdan que tal o cual alcaldesa (Mª José Fernandez- PSN, o Mª José Bozal- UPN) inauguraron de la mano de Endesa o Iberdrola, esta o aquella iluminación. Para las compañías eléctricas fue una jugada maestra. Se sacaban la foto de la Responsabilidad Social Corporativa e incrementaban notablemente la factura mensual a un gran cliente.

Sin embargo el susto de una crisis sobrevenida e intempestiva nos dejó a media luz y así anduvimos a tientas. Fueron años de oscuridad pura y dura.

Ahora después de más de ocho años de penumbras hemos vuelto a comprobar la belleza que atesora una ciudad que en materia de turismo no terminamos de aprovechar.

En los últimos días muchos vecinos y visitantes nos hemos quedado con la boca y con los ojos más abiertos aún,mirando desde el Puente del Azucarero o junto a la Plaza de San Martín, la imponente imagen de un rincón de la ciudad que hemos tenido escondido entre las tinieblas durante mucho, demasiado tiempo.

Poco a poco, nos dicen desde el propio ayuntamiento, iremos encendiendo los focos del resto de edificios. Ya hemos visto a operarios de la empresa encargada del mantenimiento eléctrico trabajando en el Santo Sepulcro. También sería deseable que todas las luminarias del Puente del Azucarero estuvieran encendidas y ya puestos, deberíamos poner en funcionamiento las fuentes repartidas por nuestras calles y plazas. Son casi todas fuentes que se activan mediante pulsador por lo que el ahorro de agua que pueda generar su desactivación es ridículo.

Esa fue otra «medida anticrisis» muy poco efectiva y que no permite dar de beber al sediento, en una ciudad jacobea y hospitalaria que a pesar de todo, aún va a necesitar más luces.

Juan Andrés Pastor