Mentes sucias. Manos Limpias, el antisindicato de conducta embarradora y nombre fementido, querelloso y de ideología —palabra de fondo meliorativo que no merece ser aplicada a tal conjunto de disparates— ultraderechista, ahora la ha tomado con Begoña Gómez. La denuncia contra la esposa del presidente Pedro Sánchez, según admitió el propio cabecilla de la cosa, Miguel Bernad, se basa solo en recortes de prensa de la caverna mediática que podrían ser falsos —exactamente en ocho noticias publicadas en diversos medios de desinformación, una de ellas un bulo difundido por The Objective sobre una subvención inexistente—. Se ha llegado a decir que ella se encarga de los negocios de casa aprovechándose de su posición y que se está forrando. Algunos medios y tertulianos propagaron bulos tránsfobos, la llamaron Begoño y afirmaron que estuvo de baja por dolores de próstata. Vozpópuli se refirió a la pareja como los Ceausescu hispanos. Lo hacen sin ningún rubor. El turbio (así calificado en un artículo por Vidal-Folch) juez Peinado, que admite la denuncia, ignora la doctrina del Tribunal Supremo. El PPoder judicial se inhibe, qué raro (si fuera algo contra un líder del PP, actuaría de otra manera).

La carta. Un Pedro Sánchez dolido escribe una carta a la ciudadanía, que yo veo sincera y nada estratégica —ni siquiera táctica—, anunciando unos días de reflexión para valorar si merece la pena seguir en su puesto ante la máquina del fango en que convierten la política y todo lo que la rodea Feijóo, Abascal y adláteres. Tras cinco días de meditación, introspección, recogimiento y retiro espiritual y corporal, Sánchez decide quedarse para luchar en favor de la regeneración pendiente de la democracia. «He decidido seguir. Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte. Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente del Gobierno de España», declaró. Tras la decisión debe llegar el tiempo —sin prisa, pero sin pausa— de que él y su gobierno hagan propuestas en el sentido de tan necesaria regeneración.

Tras la calma reflexiva, la tormenta. La derecha no va a perder ni un minuto en favor del sosiego; de hecho, no lo ha perdido. Ayuso salió a contestar a Pedro Sánchez antes que Feijóo para marcarle el paso. Al contrario que en los conciertos, aquí la telonera es la estrella y el que sale después es el deuteragonista. Aunque sea para repetir insultos y mentiras, Barbie Madriles se adelantó al discurso soso que preparaba su segundo. Esta imbécil (así la califica Suso de Toro de forma clara y contundente en un tuit: «Que gobierne una provincia tan poblada como Madrid una imbécil tan grande como Ayuso es asunto a estudiar por la estadística, la criminología, la sociología y la economía. Puede que también por la astronomía porque es anomalía de tamaño sideral»), cada vez más IDA, salió el 2 de mayo a presidir los actos más con pose de Murat que de Daoiz o Velarde. Como generalísima de los ejércitos pasó revista vestida de rojo contradictorio.

Miguel Ángel Rodríguez, el infame MAR, jefe de Gabinete de Ayuso, filtra una noticia falsa sobre una investigación de la Fiscalía, algunos medios la publican, la Fiscalía la desmiente y el Tribunal Superior de Madrid investiga… a la Fiscalía. Al contrario, a la Justicia le cuesta meterse en que el Gobierno de Ayuso, por ejemplo, obvió un informe epidemiológico que avisaba de la tragedia que azotó las residencias por la COVID. Mientras tanto, los okupas del CGPPJ siguen aferrados al sillón para defender a sus defensores. La insoportable tortedad de la Justicia.

El villano Zopenquín. Almeida volvió de la luna de miel retomando la secreción oral de hiel que acostumbra. A Pedro Sánchez le ha llamado macho alfa, caudillo populista y autoritario que pretende secuestrar nuestra democracia. También denominó coro de plañideras a quienes acudieron a Ferraz a apoyarle. Luego ha añadido que el presidente Sánchez se había ido de fin de semana a Doñaña en el Falcon, dando credibilidad a un bulo. Es el recurrente cóctel de mentiras y veneno de la derecha. Sin embargo, su Ayuntamiento ha entregado a la oposición una versión censurada del expediente abierto sobre las obras ilegales del piso en el que vive Ayuso. Así es este individuo. Necesitamos a un Ibáñez para que cree un cómic con este estulto personaje.

La internacional fascista celebra una cumbre en Madrid con el matón Milei —que no ingiere drogas estupefacientes, sino que las produce—, del brazo de Abascal y Le Pen, liderando los escupitajos a Begoña, a la izquierda, a la democracia y a la decencia. Los empresarios le reciben sonrientes y Feijóo calla ante los exabruptos. A pesar del exceso de acusaciones de fascismo (nacismo o franquismo, qué más da) que se realizan hoy a cualquiera que discrepe de las ideas del acusador, cuando a alguien xenófobo, racista, con un discurso fascista se le llama fascista (o nazi o franquista), no lo estás insultando, sino definiendo. Y el definido que se ofende es, además, un cínico.

Catalunya. Illa, Illa, Illa, Salvador qué maravilla. Mis deseos van por un tripartito PSC, ERC y Comuns. A nadie, dicen, le interesa una repetición electoral, pero no sabemos cómo quiere superar su crisis ERC y hasta dónde quiere llegar en su victimismo Puigdemont, ese político nefasto. Feijóo piensa que contra el procés vivían mejor, igual que contra ETA. Ambos, el hombre del maletero y el que susurraba a los camellos se necesitan y retroalimentan. Veremos.

Revuelta monjil. Las clarisas de clausura de Belorado, tras hacer unas trufas y rezar el rosario, se han metido en un follón inmobiliario. Además de no reconocer Papa desde Pío XII, se adhieren a la causa de un obispo in partibus infidelium, autoobispado por la gracia de sus santos cojones, y siguen a una superiora que quiere interceder entre su Dios preconciliar y la mafia del sector. Se mueven entre el cisma y el obrador, Trento y los bombones de mojito. Joder, qué tropa.

Gaza. Sigue la masacre, cada vez quedan menos palestinos vivos y el mundo no hace lo suficiente para evitar el genocidio. El 14 de mayo de 1948 se proclama el nacimiento del Estado de Israel. A unos iluminados —por el Génesis, la Torá o el Pentateuco— les siguen millones de mentes sin un atisbo de luz en sus neuronas. Pensaba Saramago que si todos fuéramos ateos el mundo sería más pacífico. Pues eso.

Teorema de Voltaire: aquellos que pueden hacerte creer cosas absurdas, pueden hacerte cometer atrocidades.

Europa. Ahora toca Europa, toca votar para mejorar lo mucho que hay que mejorar en la UE, pero, antes de nada, para evitar su destrucción y la de la democracia por parte de la extrema derecha. Votemos para que esta no suba tanto como se espera.

Reflexión final. Irene Vallejo escribe Dobles raseros, un artículo sobre cómo no utilizamos la misma vara de medir perdonando con facilidad nuestros errores mientras atacamos sin piedad los de los demás, más aún en estos tiempos de prietas las filas y bandos aguerridos. Recomienda levantar los ojos y aplicar la reciprocidad, pero no habla de equidistancia. Pienso que esta no es más que un acto de cinismo. Yo no equidisto, no soy de equidistar. No se puede ser equidistante entre la democracia y quienes buscan destruirla, o sea.

PD.: Ruego a los atrevidos lectores que desparramen por este artículo la palabra supuesto o presunto por si fuera menester en caso de que alguien pudiera sentirse aludido o, incluso, ofendido.

José Félix Sánchez-Satrústegui Fernández