La pasada semana nos hemos desayunado con unos datos interesantes, mientras que en los colegios privados sacar un sobresaliente, parece no costar mucho esfuerzo, en la educación pública es casi imposible, si tenemos en cuenta que la nota media del bachillerato cuenta como un 60% de la nota para acceder a una carrera y el 40% la EVAU, la PAU o el PREU como se decía en mi época, el alumnado de la pública juega con desventaja.
Pero ¡Ay! Amiga, cuando el examen es el mismo para todas, la nota que saca el alumnado de la pública se invierte en la mayoría de las comunidades y son mejores notas. ¿No os da un poquito que pensar? Que los adalides de la meritocracia compren notas a sus cachorros, mientras la pobre clase trabajadora tenga que currárselo el doble, a lo peor es un pelín injusto.
Y aquí llega el dilema ¿Como padres qué queremos que nuestros hijos tengan una educación adecuada, o que aprueben como sea? Que puedan escoger la carrera que quieran y que la universidad pública sea cantera de los nichos empresariales, porque esa es otra, en muchas de las universidades privadas salen ya colocadas, de la pública ummmm.
Y como sociedad nos podemos permitir que tengan los mejores puestos las personas con menos preparación, con deficiencias en la base de su conocimiento, con más dinero y mejores oportunidades, con menos valores y acostumbrados a ganar, porque queridos, aprobar porque mis ascendentes me compran los aprobados, incluso los sobresalientes, es un fraude manifiesto.
El problema no es que estés defraudando a la sociedad, que también, es que te estás defraudando a ti mismo, si tienes un poco de espíritu crítico, ah no, que eso no lo enseñan en la educación privada, es que puedes ser un médico mal preparado, una arquitecta mal preparada, un psicólogo mal preparado, o una tarada mal preparada, y todo eso, cuesta vidas, no sólo es una cuestión de pérdidas económicas para ti o para el país.
Como madre, quiero que mi hijo sea todo lo mejor que pueda llegar a ser, pero si para eso, siendo un zote, tengo que comprarle una carrera y dos master para hacerle presidente de una comunidad autónoma por ejemplo, prefiero que haga cualquier cosa que no moleste mucho.
Dejando claro que las competencias en educación son de las comunidades autónomas, y que hay comunidades que apuestan claramente por la universidad privada, podemos hablar de que en varias disciplinas, como medicina, veterinaria, enfermería, psicológia, o deportes, el 90% del alumnado se queda sin plaza pública.
Esto es debido a que hace años que no se crean plazas para dichas asignaturas y la demanda es muy superior a la oferta. Volvemos al razonamiento primero, si tienes dinero podrás estudiar lo que quieras por privado, si no lo tienes te fastidias.
Este es el razonamiento ultraliberal de los gobiernos de derechas, insisto, las competencias son de las comunidades autónomas, que en vez de crear universidades públicas, financian a las privadas, como ejemplo en Madrid hay seis universidades públicas y trece privadas, Catalunya tiene siete públicas, cuatro privadas y una virtual, Euskadi cuatro privada y una pública y así hasta llegar a los datos globales que en España hay noventa y una, cincuenta públicas y cuarenta y una privadas.
Ahora también nos desayunamos con que hay empresas que hacen a los estudiantes los trabajos fin de carrera, tesis, etc por el módico precio de 800€ otro dato que beneficia a quien tiene dinero y no le preocupa demasiado cómo se aprueba y si se tienen conocimientos para ello, sino tener un título aunque sea sin preparación, en el país de la titulitis.
Después de todo esto podréis entender mi indignación, cuando ayer en un post de alguna red social, no me acuerdo cual, alguien no me imagino de qué tendencia política, hablando del gobierno, decía que antes para ser ministro tenías que tener una solvencia intelectual, no como ahora. Vamos a ver señoro, estamos desde hace siete años, con el gobierno mejor preparado intelectualmente, mire curriculum sin comprar.
Antes, para ser ministro tenías que besarle el culo a Franco o a Aznar, le recuerdo que Ana Botella, la alcaldesa más ignorante y nefasta que ha tenido mi ciudad hasta Almeida, nunca se presentó a unas elecciones, la puso su marido a dedo, supongo que para que vendiera por un euro vivienda pública al fondo buitre de su hijo.
Porque la codicia de determinado sector de la sociedad, o sea el que se puede permitir pagar a sus cachorros los aprobados, incluso fuera de España, no tiene límites, no les basta con el salario que le pagamos como expresidente, ni ser consejero de una eléctrica, ni el sueldo de su mujer como exalcaldesa, tienen que seguir robándonos cuando ya les colocamos, todo esto por la “meritocracia” de tener dinero.
Y luego tenemos a las personas docentes de la pública, los peor tratados de la esfera junto con el personal sanitario, que hacen lo que pueden, con los medios que pueden, con una burocracia exagerada que les quita mogollón de horas personales que no entran en los horarios escolares y que se frustran porque no pueden dedicar al alumnado el tiempo que necesita cada persona.
Y aún así, al llegar al examen general de la PAU que para todos es el mismo, logran que nuestros jóvenes de la pública sean los mejores preparados o por lo menos iguales que los de la privada. Y no, no me vale eso de que los padres que quieran llevarlos a la privada tengan opción, lo que hay que ofertar desde las comunidades autónomas, son plazas suficientes para que quién quiera estudiar en la educación pública pueda hacerlo, quien quiera llevar a su hija a una universidad privada lo va a hacer, hay pública o no.
En una comunidad como la mía (Mordor) en la que la universidad privada dobla en número a la pública, es muy difícil que las chavalas puedan estudiar si no tienen padres solventes, por eso hay que pensar mucho antes de hablar sobre los impuestos, ya que son ellos los que pagan los servicios públicos, impuestos siempre sí, donde tienen que gastarse, en lo público.
Pilar García Torres

