Hace tiempo que no suelo opinar sobre política porque sólo me produce malestar y desasosiego, pero hay cosas que no es fácil hacer pasar como si nada sucediese. Es por eso que voy a explayarme y de esta forma liberar de alguna manera mi conciencia social.
No hay que ser politólogo para percibir lo que supone esta guerra de Ucrania para todos nosotros y como nos afecta, y de paso, como enriquece a los ya muy ricos y poderosos.
Decía, más o menos, el líder de los senadores de EEUU, Mitch Mc Cornnel y no se le caía la cara de vergüenza, que la guerra en Ucrania era la mayor oportunidad de negocio de los EEUU en estos momentos y que debían seguir entregando armas a los ucranianos. Analizaba que están entregando armas obsoletas a precio de nuevas y que por consiguiente las fábricas de armamento estaban a tope de trabajo. Nombraba a los estados de Alabama o Missouri como receptoras de más de 120 mil millones de dólares en su mayoría de los ciudadanos de Europa a través de los gastos que tienen que hacer para complacer a la OTAN. Aseguraba que nunca como ahora habían conseguido implicar a tantos estados en su propio beneficio. Pero iba más allá en su sadismo y decía que, ellos venden las armas y los ucranianos ponen los muertos. Vamos, que no comenten el mismo error que en Vietnam.
Por otro lado, el bufón venido a más de Zelenski, decía que luchará hasta la victoria para tener un país libre, blaba, balba , blaba. Él, que ya ha vendido el 30% del país al fondo de inversión Blac Rock y otra parte a EEUU. Con una deuda que no podrá pagar en su vida. Con todo y con eso, si hubiese hoy una paz sea la que sea, los fondos de inversión y el país americano tendría casi un poder total sobre el país.
Mientras tanto, nosotros destinamos a la OTAN un dinero que nos vendría muy bien para todos los retos que tenemos en mejorar la salud, la educación o la vivienda. Pero ya lo dijo el ultra derechista Donald Trump, la OTAN es una organización obsoleta y o ponían más dinero los europeos o se salía de ella. Y en esas estamos, subiendo los fondos destinados a esa organización acosta del pueblo llano que no nos enteramos de la misa la media y a los que nos venden la idea de la solidaridad y la paz como un buenísimo del que nos acusan en muchas ocasiones. Porque eso sí, saben muy bien manipular las palabras y los sentimientos.
Julián Ruiz Bujanda

