Hace una semana larga, las personas de bien de las de verdad y las otras también, asistíamos atónitas al momento en el que el hombre de acero de la política española, el del “Manual de resistencia” de repente se convertía en un humano normal y declaraba estarse planteando dejar el cargo de Presidente de la nación y todo ello “por estar profundamente enamorado de su mujer».
Esta sería una traducción muy pobre de la carta enviada a la ciudadanía por Pedro Sánchez, que independientemente de la declaración de amor, planteaba otras muchas cuestiones que debatimos en la calle habitualmente y en los medios de comunicación decentes; la utilización que hacen desde la derecha y la ultraderecha de la judicatura afín y de los medios o pseudo medios inflados económicamente por fundamentalmente el PP desde las instituciones que gobierna.
Sánchez dijo no poder más con toda la mugre que le rodea y acorrala, delitos inventados de su mujer por un pseudo sindicato ultra y admitido a trámite por un juez, que cuanto menos deja mucho que desear. Una denuncia no se puede ahormar con recortes de periódicos atiborrados de dinero público para ensalzamiento de la dama de la muerte y el gnomo de la tierra media.
El hombre que ha sobrevivido a una pandemia, una guerra, una Filomena, dos gobiernos de coalición complicados decía ¡¡¡Basta ya!!! Porque no todo debería valer en democracia para arrebatar el poder ganado en las urnas democráticamente. Porque nadie tiene por qué soportar los insultos, persecuciones, acosos, mentiras, calumnias, infundios que ha soportado Sánchez.
Porque una cosa es denigrarte a ti como persona, como dirigente, como cabeza de un partido en el gobierno y otra muy distinta que todo ese estiércol lo lancen contra tu familia y hubiese sido muy impropio por parte del presidente, dejar el cargo por el acoso de una banda de fascistas que hará cualquier cosa para proteger los privilegios de los que gozan ellos y sus amigos empresarios que les financian.
Pero toda esta campaña de deslegitimación, desprestigio, mentiras, insultos, etc. no nacieron con Sánchez, nacieron contra su compañero de filas Zapatero en 2004 para tapar las mentiras, corrupción y manipulación del PP con Aznar al frente, iniciando la coletilla de gobierno ilegitimo, siempre que nos “equivocamos” al votar y damos la victoria a la izquierda, o mejor dicho a la socialdemocracia del PSOE, con o sin aliados.
Continuó en la pandemia, cuando social y políticamente se miró a otro lado mientras una panda de energúmenos capitaneados y arengados por el vago descendiente de los moriscos, acosaron durante meses la casa familiar de Irene Montero y Pablo Iglesias impunemente.
Eran un vicepresidente y una ministra de un gobierno democráticamente elegido por un parlamento democrático de mayoría progresista ¿Alguien puede imaginar cuantos años de cárcel les hubiesen caído si eso se lo hubieran hecho a Payuso? Pero no, la judicatura de Madrid fiel a sus leales correligionarios de ideas ultras no vio indicios de delito en que alteraran la vida de una familia con tres menores diariamente.
De aquellos barros, estos lodos que diría mi padre. Esto no quiere decir ni muchísimo menos que yo justifique lo que están haciendo desde hace años con Sánchez y ahora con su familia, pero creo que si se hubiesen tomado cartas en el asunto hace años, no se hubiera producido la carta de Sánchez manifestando su hartazgo.
Han sido cinco días en los que la “gente de bien” acosadora se frotaba las manos porque, ilusos ellos, subestimaron al hombre inteligente que se asoma a los micrófonos con la soltura y elegancia de Iñaki Gabilondo y la determinación y confianza de estar gobernando por y para la buena gente trabajadora.
Seguramente yo soy de las pocas que nunca pensó en la dimisión como una posibilidad, no se me pasó por la imaginación que el hombre que ha convencido a medio mundo de que Israel no puede seguir campando a sus anchas, que ha hecho más que nadie por la convivencia en Catalunya y que ha mejorado la vida de las personas trabajadoras más en cinco años que González en dieciséis con dos mayorías absolutas, pudiese claudicar ante el fascismo rampante, ridículo y torpe de los Fakejóo, Payusos, Cucas Camorra y el Cid campeador montado a caballo vestido de camuflaje, sólo les falta el brazo incorrupto de Santa Teresa.
Sinceramente pienso que Sánchez es muy inteligente, muy valiente y poco ortodoxo en sus formas, pero funciona, e igual que dije que a pesar de Junts, habría gobierno de coalición progresista, esta vez dije que no se iría porque moral y democráticamente no podía abandonar a su suerte a la España que trabaja, madruga y le vota; y a los que no le votamos.
No es una cuestión de si ha actuado porque ahora han ido contra él, que también, es que se están traspasando todas las líneas del arco iris por y para no reconocer que este estado se gobierna mediante una mayoría parlamentaria y no gobierna quien más votos tiene; sino quien más apoyos tiene. Ya sé que parece mentira que casi cincuenta años después, haya que seguir explicando el sistema parlamentario español.
Los que el 21 de noviembre de 1975 se volvieron demócratas de toda la vida con la aquiescencia de los que hicieron la transición, a lo mejor como pudieron, pero mal, rematadamente mal, hoy siguen mandando en la judicatura, en la policía, en el ejército, instituciones todas ellas que no son para nada democráticas, se rigen por leyes preconstitucionales y siguen alimentando la simiente del fascismo.
El apoyo a Sánchez sin fisuras de estos días pasados, no era un canto de reverencia al líder, fue una llamada de atención, un no pasarán, un basta ya de las personas decentes a la indecencia de los que sólo creen en la democracia si las urnas les dan el gobierno a ellos, fue un no hay vuelta atrás en derechos para las personas trabajadoras, las mujeres, el colectivo LGTBI+, la igualdad de las personas inmigrantes y la verdad.
El fascismo tiene la maquina de propaganda de Goebbels alimentada con el capital del IBEX35 que no nos engañemos son los más beneficiados de que gobierne la derecha, porque ante todo son insolidarios, les importa una higa que estén ganando más que nunca, porque lo que en realidad quieren es quedarse con todo el beneficio de nuestro trabajo y no compartirlo en forma de impuestos para que todas tengamos las mismas posibilidades.
Les da igual incrementar indecentemente sus beneficios gracias a la gestión económica de este gobierno, porque ellos como liberales que son, quieren y esto lo repetiré hasta la extenuación, que te cures si tienes dinero, que tus hijos estudien si tienes dinero, que tus mayores sean cuidados dignamente si tienes dinero y no quieren un reparto justo de la riqueza convertida en mejor sanidad pública, mejor educación pública, ni un solo anciano ni dependiente sin cuidados dignos.
Para eso está gestionando el gobierno de progreso, para que todos independientemente de en qué familia hayamos nacido; tengamos las mismas oportunidades, con la aportación del empresariado codicioso de este país de ignorantes créelotodo, que no son capaces de ver lo que ha mejorado la vida de la gente humilde en cinco años.
Y Pedro no sé si te votaré algún día, pero te apoyé en Ferraz y me alegré hasta tomarme una botella de cava en plena plaza de Cascorro, castiza dónde las haya, el lunes pasado cuando dijiste que te quedabas a luchar por la decencia democrática y te apoyaré siempre que el guano que te arroje la derecha te llegue a las rodillas, porque eso significará que sigues haciendo el bien para los que más lo necesitan.
Ahora toca derogar la Ley Mordaza, aprobar una ley de vivienda para que los jóvenes se puedan independizar, reconocer de una vez el estado Palestino, dejar de vender armas a los Israelíes, seguir ampliando derechos a las personas trabajadoras y acabar de una vez con el maltrato animal convertido en fiesta, eso de momento.
Pilar García Torres

