Tras dos años de incertidumbre y empeño, la fiesta del euskera ha sido posible gracias al compromiso los ‘ikastolazales’.

Han pasado ya dos años desde que el Nafarroa Oinez de Lizarra Ikastola echó a andar. La irrupción de la pandemia supuso que en 2020 se tomase la triste decisión de suspender el evento y puso sobre la mesa otro difícil dilema: el de continuar trabajando y apostar por celebrar la cita un año más tarde. No fue fácil, el futuro era incierto, pero la fuerte creencia en el proyecto educativo de las ikastolas, ese compromiso por seguir con la euskaldunización; la necesidad de una escuela infantil que de garantice la transmisión de estos valores y las mejores herramientas y condiciones a las futuras generaciones; unido al espíritu de cooperación tan característico de las ikastolas, hicieron que diésemos un paso hacia delante y continuáramos caminando para que Lizarra Ikastola comenzara a desplegar las alas que ha ido desarrollando gracias al trabajo de medio siglo de existencia.
Así, se comenzó a gestar lo que este fin de semana, sábado 16 y el domingo 17 de octubre, se ha producido en Estella-Lizarra: un Nafarroa Oinez atípico, en siete puntos de la ciudad y en un formato deliberadamente más pequeño, sin el tradicional recorrido, para evitar aglomeraciones. Un evento que ha sido posible gracias al esfuerzo de cientos de voluntarios, entre los que se encuentran familias, trabajadores y personas que forman parte de la comunidad de la Ikastola, y que durante estos dos últimos años se han tenido que adaptar a una situación continuamente cambiante.
Su trabajo y firme creencia en el modelo educativo han dado como resultado una fiesta a la que se han unido otros tantos ikastolazales haciendo que la cita del euskera haya aprobado y con buena nota. Desde Lizarra Ikastola el balance del fin de semana es positivo y agradecemos sinceramente tanto la colaboración tan en línea con el espíritu de ‘auzolan’ como la solidaridad mostrada por todos quienes se han acercado. No solo eso, sino por la obediencia que los asistentes han mostrado respecto a los mensajes de prudencia y responsabilidad. Ha sido un fin de semana sin incidentes y en el que los participantes han demostrado respeto por sí mismos, por los demás, por el entorno y han mostrado su apoyo al proyecto educativo de las ikastolas.
Todos vosotros habéis salvado la cita y de manera digna. El único imprevisto ha sido la lluvia al inicio de la jornada y que ha hecho readaptar el acto institucional. Una dificultad más a la que Lizarra Ikastola y sus colaboradores han sabido hacer frente en la Odisea de estos dos últimos años; de igual modo que, hace cincuenta años, un grupo de soñadores y soñadoras daban el primer paso para hacer realidad un modelo educativo que apostaba por la recuperación de la lengua y la cultura vasca en Tierra Estella. Hoy, ese colegio existe y ha vuelto a sentir, estos dos días, el sostén tanto de su comunidad y como de quienes han acudido desde otros puntos. Los asistentes han querido evidenciar su apoyo y han sido muchos los que se han acercado a la propia Ikastola para dejar sus aportaciones.
Igualmente, muchas gracias al Ayuntamiento de Estella-Lizarra por la colaboración y disposición que ha mostrado para hacer posible que la ciudad acoja a la fiesta de las ikastolas de Navarra 2021. Todo ello es el reflejo de la responsabilidad de Lizarra Ikastola y de Tierra Estella respecto a la difusión de la cultura y la lengua vasca. De modo que la organización da, en ese sentido, por cumplidos la mayoría de los objetivos. Aun así, no ha sido suficiente. Dada la situación pandémica, en todo momento se preveía que la fiesta de este año sería distinta y se planteó como un formato pequeño.
Por esa misma razón también se puso a disposición de la ciudadanía las siguientes vías para ser partícipes de la fiesta de otro modo no presencial y ayudar a la causa: a través de la cuenta de Bizum Nafarroa Oinez-Lizarra Ikastola ‘Nafarroa Oinez Fundazioa / 03259’ así como colaborando mediante la página web. Por todo esto también, no dejamos de apelar a la solidaridad con el fin de lograr también el objetivo marcado en 2019 de que la nueva escuela infantil sea posible y dar continuidad a la labor llevada a cabo por Lizarra Ikastola durante los últimos 50 años de cuidar la educación y el bienestar de las futuras generaciones y de seguir con su ‘euskaldunización’ adaptándose siempre a las necesidades de los niños; porque comenzamos andando, gracias a todos vosotros hemos conseguido desplegar las alas y, ahora, es el momento de echar a volar.
HEGAN OINEZ!