Recientemente he visto prácticamente acabado el nuevo hotel que se ha levantado junto a la iglesia de San Pedro, y he visto algo que me ha indignado mucho.
En la puerta del establecimiento, al exterior y a media altura, hay colocada una piedra labrada con una oquedad en el centro. Pues bien, dicha piedra pertenecía a un lagar excavado en la misma calle San Nicolás, en el nº 25, en el año 2005. Al parecer, la pieza central del mismo se conservó y hoy aparece como trofeo en este lugar.
Personalmente, creo que este no es el final que deben tener los restos arqueológicos de nuestra ciudad, que tanto nos enseñan de nuestro pasado y de nosotros mismos. Es una muestra más de fetichismo y descontextualización del objeto, que nadie comprenderá qué es ni qué hace en ese lugar.
Debo decir que fui yo quien realizó dicha excavación, como arqueólogo de la empresa NAVARK, previamente a la construcción del inmueble, y en su momento me pareció el ejemplo más destacable de lagar que había aparecido en Estella, digno de ser conservado por su buena factura.
He creído que debía hacer pública mi indignación, ante este nuevo atropello a nuestro patrimonio, ya que este tipo de cosas no concuerdan precisamente con iniciativas como la de situar a Estella como ciudad Patrimonio de la Humanidad, como no ha mucho se llegó a plantear.
Las fotos son de la puerta del hotel y de la piedra en su lugar original (fondo del lagar) tras la excavación a la que he hecho referencia más arriba.


Txemi Legarda
Arqueólogo, historiador y secretario del Centro de Estudios Tierra Estella

