Ayer lunes, 14 de mayo de 2018, EEUU inauguró en Jerusalén su nueva embajada diplomática. Lo hizo otorgando a esta ciudad la condición de capital del estado de Israel. La soberanía israelí sobre la ciudad no está reconocida en el derecho internacional y, según se estableció en los acuerdos de paz firmados en Oslo en 1993, el régimen de Jerusalén debería ser discutido en una fase avanzada de las negociaciones de paz.
Aunque desde 1967 Israel ha ejercido una soberanía de facto sobre Jerusalén, esta no ha sido reconocida internacionalmente al punto que, incluso los países más cercanos a Israel, mantienen sus embajadas en Tel Aviv. Detrás de esta negativa aparece reiteradamente el argumento de que el estatus de la ciudad debe definirse en el marco de las negociaciones para el establecimiento de dos estados, uno palestino y otro israelí, que convivan con paz y seguridad.
Por lo tanto el estatus de la ciudad está en pleno corazón del conflicto histórico entre israelíes y palestinos. Todas las acciones unilaterales llevadas a cabo por alguna de las partes corren el enorme riesgo de generar protestas en la otra, como así ha sucedido por parte del pueblo palestino. Ante las protestas del bando palestino, el estado de Israel ha respondido con extrema dureza provocando 55 muertos y miles de heridos.
Esto ha hecho que el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra´ad al Hussein, haya afirmado que Israel está usando una «fuerza excesiva» en su respuesta a las protestas y numerosos estados ya han mostrado públicamente su disconformidad tanto ante la apertura de la embajada estadounidense en Jerusalén, como por la fuerza bruta utilizada por el estado de Israel para reprimir las protestas Palestinas.
Uno de los más claros ha sido el presidente francés, Emmanuel Macron que ha manifestado que «Esta decisión es una decisión lamentable que Francia no aprueba y que va en contra de la ley internacional y todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas«
Es difícil desde la distancia conocer todos los detalles que rodean al conflicto que enfrenta desde hace décadas a israelíes y palestinos y por lo tanto, no estamos en disposición de aportar la solución al mismo. Pero lo que sí podemos, y debemos hacer, es denunciar el uso indiscriminado de la fuerza por parte de las fuerzas israelíes ante un pueblo desarmado que protestaba por una situación generada por EEUU y el propio estado de Israel.
También queremos recordar que los acuerdos adoptados en el seno de unas negociaciones de paz o en la propia sede de Naciones Unidas, están para cumplirlos y que no hacerlo demuestra el nulo respeto que le tiene quien las incumple a este estamento internacional.
Es por ello que esta Alcaldía:
Muestra toda su solidaridad con las víctimas y las personas heridas durante las protestas de ayer lunes y que dio como resultado la masacre de 55 personas, resultando heridas otras miles;
Reprueba la actitud de EEUU de trasladar su embajada a Jerusalén contraviniendo los acuerdos internacionales que establecen que el régimen de esta ciudad deberá ser discutido en el marco de unas negociaciones de paz;
Denuncia y rechaza de manera contundente el uso excesivo de la fuerza por parte del estado de Israel como así lo atestigua el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos;
Y anuncia una iniciativa municipal para el próximo Pleno ordinario en la que se solicite a las Naciones Unidas el cumplimiento de los acuerdos adoptados en su seno por parte de todos los estados miembro, así como la adopción de posibles sanciones a EEUU e Israel por incumplirlas.
Koldo Leoz Garciandia
Alcalde de Estella-Lizarra
Estella Noticias 
No son 55 sino 58 los muertos, y más de 2000 heridos, 500 de bala, los provocados por el ejército islaerlí, por cierto armado por la Francia de Macrón y los Estados Unidos. Por supuesto es una masacre que hay que condenar. Mucha más masacre son los casi 900 asesinados, 4000 heridos y mutilados y 100000 exiliados porvocados por el brazo armado de la «izquierda abertzale», ETA, a la que tanto cariño Bildu, que este alcalde sectario nunca condena. Algunos condenamos todos los crímenes. Los bildutarras y podemitas nunca los genocidios de origen comunista o separatista, e incluso homenajean a los asesinos.
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MÁS COSAS
En 1937, durante la guerra civil, el monasterio cisterciense de Valdediós en Asturias funcionaba como hospital psiquiátrico dependiente de la Consejería de Sanidad. Trabajaban en él médicos, enfermeras, celadores y personal auxiliar.
El 22 de octubre llegan y se alojan en el monasterio dos compañías del IV Batallón de Montaña Arapiles nº 7 de la VI Brigada de Navarra, del ejército franquista.
El 26 los militares ordenan que se organice una fiesta con baile. Se exige la asistencia de las enfermeras. La cena se celebra con gran consumo de alcohol y abusos sexuales. Ante el escándalo y los gritos de angustia que se producen se presenta el sacerdote, capellán católico de la unidad. En lugar de parar la atrocidad, anima a los soldados a seguir haciendo «lo que tienen que hacer». Las enfermeras son violadas.
Más tarde, probablemente al día siguiente, ellas, algunos hombres y una niña de 15 años son conducidos a una ladera arbolada a doscientos metros del monasterio. Son obligados a abrir una zanja y asesinados con disparos en la cabeza. Después son mal tapados con tierra.
El 28 de octubre los militares abandonan el monasterio.
Sesenta y seis años más tarde, en el año 2003, se exhuman en Valdediós 17 cadáveres de 11 mujeres y 6 hombres. Catorce tienen el cráneo fracturado por disparos en la cabeza. Todos han muerto violentamente. El calibre de los proyectiles es 7,92 mm procedentes de fusiles alemanes Kar-98, de uso habitual en la VI Brigada de Navarra.
El 9 de mayo de 2014 el Ayuntamiento de Pamplona (UPN) cedió una sala en la Ciudadela de la ciudad para celebrar una exposición homenaje con motivo del 250 aniversario de la unidad militar. Los «sucesos de Valdediós» no fueron mostrados en la exposición.
El domingo 15 de junio de 2014 se celebró de nuevo en Pamplona, un acto de homenaje por el 250 aniversario al que acudieron el presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán (UPN), la vicepresidenta del gobierno navarro y el alcalde de Pamplona (Sr. Maya de UPN), entre otros.
Tomó el juramento el coronel jefe del América 66, Ángel Atarés Ayuso, acompañando a la de este regimiento las banderas de sus hermanos, también de cazadores de montaña Arapiles. (sí, los de los asesinatos de Valdediós) Posteriormente quien quiso hacerlo, pudo pasar, jurar y besar su bandera.
Entre los que lo hicieron estaba usted, Jesús Javier Corpas Mauleón. Para dar lecciones de condena y moralidad, PÓNGASE EL ÚLTIMO EN LA FILA.
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