Vivir del Cuento. Por David Köemman. Ilustrador/Dibujante y Cuentista.

asteria buzoneo sep 16

 

UN MAULET* EN LIZARRA.

Tirando de Wikipedia / * Maulet. Era el término usado en valenciano para referirse a los partidarios del archiduque Carlos de Austria —proclamado rey como Carlos III—, generalmente campesinos, en el Reino de Valencia durante la Guerra de Sucesión Española.

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Dado que los motivos para decantarse por un pretendiente u otro eran principalmente económicos o sociales, los campesinos de realengo, el alto clero y la nobleza se posicionaron a favor de Felipe V, mientras que la mayoría de los campesinos, así como el bajo clero, los gremios urbanos y una parte de la pequeña nobleza se decantaron a favor del candidato austriaco.

El origen de este nombre satírico, Maulet, parece estar en el diminutivo de la voz árabe maula, que significa esclavo o persona de baja clase social que se encuentra subordinada, ya sea en forma de dependencia o de clientela.

El Diccionario histórico de la Comunidad Valencia también considera el término Maulet como el diminutivo de maula (entendida como ‘cosa inútil y despreciable’), por lo que haría alusión a la «persona de modesta categoría social y que se encuentra en una relación subordinada de clientela o dependencia».

En principio se aplicó al sector más radical del austracismo valenciano encabezado por Joan Baptista Basset, aunque finalmente se extendió a todos los partidarios del Archiduque.

 

En las batallas utilizaban como distintivo el sonido de un cuerno rugoso (Charonia nodifera), el caracol marino más grande del Mediterráneo. Años más tarde, todo aquel que poseyera un cuerno de este tipo era sospechoso de haber sido Maulet. Actualmente el nombre es usado por la organización de izquierda Maulets.

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Bien tras esta extensa aclaración me presento: mi nombre de guerra es David Köemman, es una historia muy larga que igual algún día les contaré, pero les aseguro que mi nombre bautismal lleva detrás más de ocho apellidos mediterráneos, algunos de ellos y principales de origen árabe o musulmán, ya que no debemos olvidar que la historia es larga y en la montaña de Alicante, exactamente en Alcoy de donde soy, cristianos, lo que se dice cristianos; no éramos muchos.

Bien, como les iba diciendo soy de Alcoy, plena montaña alicantina, sí, en donde nieva. Tenemos crudos inviernos, parques naturales que nada tienen que envidiar a Irati o Urbasa y nos la suda las palmeras, la playa y la calle del coño en Benidorm. Somos un reducto cada vez más grande de casi medio millón de locos por nuestra tierra, allá, en una meseta con vistas casi hasta Córcega, que divide Castilla y el País Valencià, Regne de València, PaÏssos Catalans o Comunitat Valenciana, según como te dé la ventolera o como te levantes cada mañana.

Nosotros hablamos una lengua, pero todos, y cuando digo todos; es todos, exceptuando a Zaplana que es murciano, Rita Barbera que la pobre bastante hacía con hablar y nuestro último emperador el sr. Camps que es de Transilvania. Retomo lo que les iba diciendo; en mi tierra un tipo del PP habla valenciano pese que se sienta más español que los callos con chorizo, un nacionalista valenciano lo mismo y un nacionalista catalán idem de los tres cuartos, allí no nos podemos diferenciar por el habla.  En mi tribu tienes que sentarte en una mesa a comer “Cacaus i tramussols” para saber de qué pie cojea cada uno.

Hace unos días conocí a una persona muy interesante; Susana. Leí  un post escrito por ella en este mismo medio, en el cual expresaba su sensación al vivir en Estella-Lizarra, y a mí me apetece muchísimo comenzar mi andadura aquí del mismo modo.

Me une a Lizarra muchísimas cosas.La primera fue el Camino de Santiago, aquí me enganchó, rodé un documental, edité una guía, lo desarrollé artísticamente y me anclé a esta bella y mágica ciudad del Camino.

En junio de 2013 nació aquí mi cuarto hijo y además con una marca de una estrella de seis puntas en su mano izquierda. Esto ya era una buena señal. A los pocos meses regresé de nuevo a mi tierra porque el destino así lo decidió y de nuevo pasado el tiempo, a modo de yo-yo  regresé a este lugar al que tanto amo.

Mi sensación, al igual que la de mi amiga Susana es muy parecida. Estella es el equilibrio de las Navarras, porque pese a quién le pese,  Nafarroa no es igual en su totalidad. Yo muchas veces la comparo con el país de conejos, esa Hispania que nos ha tocado pisar, y siento si agravio a alguien. He tenido la suerte de vivir en casi todos sus extremos y tener una praxis personal creo que bastante realista. No podemos comparar Leitza con Andosilla o Roncesvalles con Améscoa, no hay color, pero ni a mejor ni a peor, hijos de diferentes padres.

En cambio Tierra Estella, y Lizarra en particular, es un compendio de todo lo bueno. Si comenzamos por lo que más valoro que es lo emocional y social, sus gentes son maravillosas, pese que pueda haber diferencias culturales, políticas, lingüísticas, todos salen a la calle juntos. Si hacemos fiesta, hacemos fiesta, dejémonos de chorradas. En Estella puedes ser, es una ciudad que te permite ser, quizás esto se deba a que durante siglos ha sido cruce de caminos, innovadora, con detalles históricos a nivel mundial increíbles, pero que para los pedáneos son irrelevantes, porque para ellos es normal. Pasa como a los de Alcoy, inventamos la fregona y el Ula hop pero no vamos vanagloriándonos por ello. Eso sí ahora cada vez que cojan la fregona, o “mocho” que llamamos nosotros, acuérdense de mis palabras.

Lizarra acoge. Hace unos meses mi buen amigo Ángel me decía – Dani, yo no sé qué tiene Estella pero todo el que viene se queda –, cosa que es cierta.  La pena es no poder ver a Mariló Montero en días de mercado cargada de cardos o espárragos. Esto sería un punto a favor. Se lo digo porque en Alcoy solemos ver a Camilo Sesto, Francisco, Nico Terol, Juli Mira, Paco Gadea y otros grandes universales tomando “Plis Play… Incluso hicimos hijo adoptivo a Federico Trillo, que por cierto ahora nos ha tenido que devolver las llaves de la ciudad por la que se ha liado con lo del Yak-42. Al final no las ha devuelto y como en Alcoy a chulos no nos gana nadie, con dos cojones, hemos cambiado la cerradura.

Por otra parte tenemos la gastronomía, también se junta todo, la mejor huerta, esos espárragos de mi amigo Jesús en Villatuerta ummmm, al vapor con una pizca de sal.  No sé porque me viene a la mente Mariló, crtl+alt+sup. El Gorrín, los calbotes, tarta de San Andrés, los canutillos de la Mallorquina, el chocolate de Jordi de Torres, la esencia del Maracaibo, las carnes de Jesús de Astarriaga, hasta el Chino del Andén me sabe a Estella.

Mis hijos van a Santa Ana.  Llegué tarde a Estella y no podía elegir colegio. Mi ilusión era que fuesen a la Ikastola, pero los chavales venían de aprender tres idiomas en el mediterráneo;  valenciano, castellano e inglés y los propios profesores no nos lo recomendaron pese que mi esposa es vascófona y en mi casa se utiliza bastante esta lengua pre-indo-europea, sobre todo para reñir.

Como les decía para mí Santa Ana es uno de los mejores colegios en el cual mis hijos crecen y se educan sin indiferencia cultural ninguna.

En Octubre fui con toda mi ilusión a apuntarme a clases de euskara, ya que el nivel 1 ya lo tengo. Es decir ya no me muero de sed ni hambre en las Vascongadas, ya que “Zurito bat” y “Pintxo bi” lo tengo controlado. Pero cuál fue mi decepción, que para aprender la lengua madre tenía que ir a Abárzuza. Me quedé a cuadros y esto si es un tirón de orejas a mis hermanos euskaldunes; por favor ponerlo fácil, que el euskara no es precisamente un idioma facilito como para encima tener que ir a Abárzuza a estudiarlo.

Bueno, oye, pues, que os he pegado una chapa aquí de lo lindo y al final no sé dónde quería ir, jajajaja es algo muy de mi tierra, que nos liamos, nos liamos y acabamos facturando en “B” y dando contratas a “dedillo” y a “Calatrava”.

Lo dicho que agradecer públicamente que abráis los brazos a este loco mediterráneo, con mis pinceles, mis ilustraciones, mis libros, mis vivencias y que si me queréis encontrar estaré tomando pintxos y vinos en EL CHÉ, Astarriaga o Maracaibo y sino de “Charleta” en Lisarri el de las bicis.

 David Köemman

7 comentarios en “Vivir del Cuento. Por David Köemman. Ilustrador/Dibujante y Cuentista.

  1. Uno siempre se siente arraigado a su tierra pero bien es cierto que Estella te atrapa, tiene algo mágico que hace que en ella te sientas como en tu casa. No eres de donde naces sino que de donde paces.
    Sobre el colegio Santa Ana cabe destacar una cosa muy importante (entre otras muchas que tiene pero….) es la “CALIDAD HUMANA”, muy falto en esta época en la que vivimos. Personalmente me ha hecho llorar el apoyo que han tenido los profesores cuando les hemos podido necesitar y eso no se puede expresar con palabras, sino que con un eterno agradecimiento.
    David, mitad Mediterráneo, mitad Navarro, mitad Vascón…. No dejas de sorprenderme!!!

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  2. La verdad, David, después de leer tu columna, me apetece ir a vistar Estrella y sobre todo visitarte a ti. Todavía no se que cuando ni como, la verdad. También decir que me apetece hacer el camino de santiago, aunque sea solo un trocito jajaja.
    Me alegro que estés tan agusto allí y como yo digo: yo soy de donde me encuentro. Así que a disfrutar de tu nuevo hogar.

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  3. La verdad, David, después de leer tu columna, me apetece ir a vistar Estrella y sobre todo visitarte a ti. Todavía no se que cuando ni como, la verdad. También decir que me apetece hacer el camino de santiago, aunque sea solo un trocito jajaja.
    Me alegro que estés tan agusto allí y como yo digo: yo soy de donde me encuentro. Así que a disfrutar de tu nuevo hogar.

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