Este año se celebra el 75 aniversario del fallecimiento del gran poeta Miguel Hernández y por ello la Comisión de Cultura del Congreso ha aprobado por unanimidad declarar el 2017 “Año de Miguel Hernández” además de reivindicar y recuperar su memoria.
De él dijo su amigo y compañero Pablo Neruda que “fue el poeta que desapareció en la oscuridad y hay que recordarlo a plena luz”. La determinación del Congreso, en colaboración con la “Fundación Miguel Hernández” destaca la hondura y autenticidad del compromiso político y social del poeta contra la desigualdad y por los desheredados.
Nació Miguel Hernández un 30 de octubre de 1910 en Orihuela (Alicante)
A la edad de 7 años ayuda a su padre en el pastoreo, junto a su hermano mayor Vicente, del que aprende el oficio.
A los 9 años se escolariza en las escuelas del Ave María anexas al Colegio de Santo Domingo.
En el curso 1924/25 comparte ya sus clases con Ramón Sitje el que luego será su gran amigo. En marzo del 25 Miguel tiene que abandonar sus estudios debido a una grave crisis económica que atraviesa la familia. Su padre, le necesita para cuidar al ganado, y Miguel aprovechará sus ratos en la sierra para seguir estudiando y leyendo. Se convierte en un asiduo de la Biblioteca de Luis Almarcha, sacerdote y canónigo de la Catedral de Orihuela.
Es entonces cuando comienza a escribir poemas inspirándose en lo que le rodea, el campo, la sierra, su patio, las cabras, el pastoreo, el rio, etc., Incluso tiene que esconderse de su padre al que le molestaba esa rara afición por la escritura y los poemas.
Algunos periódicos locales comienzan a publicar sus versos. El primero que apareció se titulaba “Pastoril” y así tras la prensa local llegó la prensa provincial. Su fama de poeta va en aumento, llegando a crear “El grupo de Orihuela” formado por Ramón Sitje, Carlos Fenoll y él mismo. Sus inquietudes literarias y su proyección era ya muy conocidas.
En el año 1931, se traslada a Madrid, pero al no tener mucho apoyo, vuelve decepcionado a Orihuela. Sigue escribiendo y en el año 1934 edita su primer poemario, “Perito en Lunas”.
Ese mismo año vuelve a Madrid donde ya le reciben mejor. Publica en la revista “Cruz y Raya” su auto sacramental “Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras” y comienza a relacionarse con los grandes de aquel momento; Aleixandre, Neruda, Alberti , Rosales, etc .
Fallece su querido amigo Ramón Sitje en diciembre del 35 y le dedica el poema “Elegía”. En ese mismo tiempo escribe el poemario “El rayo que no cesa” y nada más estallar la Guerra Civil se incorpora al Ejercito del Frente Popular y le nombran Comisario de Cultura.
Es destinado a Andalucía al “Altavoz del Frente”, se casa con su novia de siempre Josefina Manresa..
En el año 1938, fallece su primer hijo y ello le inspira diferentes poemas recogidos en el poemario “Cancionero y Romancero de ausencias”
Al terminar la guerra intenta huir a Portugal, pero le detienen en la frontera y es entregado a la Guardia Civil. La Dictadura Franquista le acusa de”REBELION”. Pasa por las Cárceles de Huelva, Sevilla y Torrijos en Madrid, para entonces ya había nacido su segundo hijo.
En una de las visitas que su mujer le hace a la cárcel de Torrijos, le cuenta que no tienen nada para comer y que comen pan y cebolla. Después de llorar juntos compone las famosas “Nanas de la cebolla”.
Entonces le ponen inesperadamente en libertad y vuelve a Orihuela y es de nuevo detenido.
Le llevan a la cárcel del Conde de Toreno en Madrid y es condenado a la pena de muerte. Pena quee luego fue conmutada por la de 30 años de prisión. Protagoniza entonces un periplo de cárcel en cárcel: Palencia, Ocaña y en el año 1941 llega a la Cárcel Reformatorio de Adultos de Alicante, donde contrae por las condiciones infrahumanas en las que se encontraba, una grave infección pulmonar que deriva en una tuberculosis.
Fallece con 31 años en la misma enfermería de la cárcel el 28 de marzo de 1942. Fue llevado al nicho nª 1009 del cementerio Municipal de Alicante y hubiera terminado en una fosa común, de no haber sido por la solidaridad de amigos poetas y escritores que, capitaneados por Gabriel Celaya hicieron una colecta, pues Josefina no podía hacer frente al alquiler que debía pagar y necesitaban 2.000 pesetas para evitar el desahucio de los huesos del poeta.
Los escritores Alicantinos Vicente Ramos y Manuel Molina escribieron el 10 de enero de 1952 a Gabriel Celaya contándole que en marzo los restos mortales de Miguel Hernández pueden pasar del nicho a la fosa común “a todos nos dolería mucho que ocurriera y el modo de evitarlo sería recaudar 2.000 ptas para su viuda, de las cuales 250 ponemos la colección IFLACH a la que pertenecemos”.
Un mes mas tarde, el 9 de febrero, les contesta Celaya: “Te mando 585 pesetas para la tumba de Miguel Hernández. He tenido que reñir con todos los poetas, todos los directores de periódicos, todos los intelectuales de San Sebastián, me acusan de estar organizando un Socorro Rojo y no sé cuantas otras tonterías. Pero no importa, de vez en cuando hay que sacudirse de polvo y paja. Además de las 585 tengo otras 50 pesetas más”.
De esta manera los restos del Miguel Hernández descansan bajo una hermosa lápida de mármol blanco, siempre llena de flores y de cartas de los admiradores de su obra.
Junto a él descansan su esposa Josefina Manresa y suhijo Manuel Miguel fallecido en el año 1984.
A su hijo dedicó el poeta las “Nanas de la Cebolla” que puedes escuchar pinchando AQUÍ.


